MAQUILLAJE. Por tercer año consecutivo, Natura acompaña el diseño argentino como make-up artist oficial de BAFWeek. Así, el ejército de maquilladoras dirigido por Verónica Mendoza definió just in time el look que se vio en los 24 desfiles realizados en la Rural.
Durante cinco días, la pasarela no descansó con sus shows en continuado. Pero la verdadera maratón se corrió detrás del telón entre las 140 modelos que participaron de esta semana y pasaron por las manos de maquilladoras, peinadores y hasta vestidoras; este año, Espacio Buenos Aires colaboró con 30 pasantes.
Durante el ciclo, se usaron 242 bases, correctores y delineadores; 385 sombras; 209 rubores; 220 labiales; 32 pares de pestañas postizas, y 16 esmaltes de uñas: datos que sirven para dar idea de la proporción del evento.
Los especialistas de Natura cumplieron con el make-up limpio que puso en primer plano las pestañas artificiales de A. Y. not dead; hicieron que las chicas de Garza Lobos se vieran naturales y bien urbanas; que las Caperucitas de Ramírez retomaran el clásico de los labios colorados, y que María Pryor quedara satisfecha con su pedido de lograr efecto de ensueño, con base blanca y sombras perladas mediante.
Entre lo más espectacular hubo un capítulo aparte para las pinceladas acertadas en violeta, lila, turquesa, azul y verde en los párpados para Varanasi; las pestañas negras con lunares para reforzar el estilo folk y setentoso de Rapsodia, y el mix de cuatro makeup coloridos que pidió Puma. Y todo contra reloj.
PELO. La gente de Estudio H, encargada de peinar, también hizo lo suyo. Así, se transformaron en verdaderos arquitectos de volúmenes geométricos, a pedido de Varanasi. Pero el equipo ya estaba preparado y había llegado al back con los deberes hechos: unas peinetas de pelo postizo y estructuras de cartón que facilitaron el armado del peinado y redujeron su elaboración a unos 30 minutos por modelo. Es que en estos shows, donde el tiempo apremia, todo está ensayado y sincronizado.
También para la pasada de Lucía Leiva, una de las estudiantes ganadoras del Semillero UBA-BAFWeek, los estilistas se valieron de una estructura prefabricada para lograr la rigidez del rodete cilíndrico que acompañó el look. Martín Churba fue otro de los que quisieron algo especial: sus modelos salieron a escena con torzadas metalizadas sobre la frente en sintonía con las tramas textiles de su colección. Pero si de excentricidades se trata, en esta edición, Cora Croppo no tuvo competencia. Pidió texturas y la tuvo con un peinado que incluyó barro en el pelo y la frente. Más difícil de lavar que de elaborar, según los especialistas.
Por lo demás, el pelo se llevó suelto con texturas (ni lacios ni ondulados clásicos), recogido en colas de caballo prolijas y brillosas o con frizz, una tendencia que intenta imponerse desde hace varias temporadas y no logra adeptos más allá de las pasarelas.
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