Las facetas entre la sombra y la luz de la nueva fragancia generan un clímax de enigma en claroscuro que se enriquece con nuevos reflejos y notas luminosas. La campaña protagonizada por Uma Thurman fue obra de Mario Testino.
El gesto de perfumarse, femenino por excelencia, es un secreto de seducción que las mujeres transmiten como una confidencia desde la antigüedad. Givenchy nos revela un nuevo misterio de seducción con Ange ou Démon le Secret Elixir, una nueva fragancia floral de notas luminosas.
Ange ou Démon le Secret Elixir es el fiel reflejo de Uma Thurman que, para protagonizar la campaña realizada por Mario Testino, lució un vestido blanco Givenchy de alta costura diseñado por Riccardo Tisci.
Un elixir de enigmática seducción
En la nota de salida, el espíritu ligero del limón de Italia y el té verde se desvía hacia una caricia de neroli para una feminidad rutilante. La sensualidad del perfume se abre y se vuelca en una nota media de flores blancas muy apreciadas por Givenchy: una alquimia de jazmín Sambac, azahar y plumeria.
La nota final deja su huella sobre la piel y se prolonga en una estela de vainilla y pachulí. Un matiz de cedro y almizcles blancos mantiene la estela con misterio, revelando un carácter perturbador y lleno de elegancia.
El célebre frasco facetado de Ange ou Démon, diseñado por Serge Mansau, se ha reinterpretado para el elixir. Modernizado, depurado y con un matiz inédito del vidrio, el frasco presenta tonalidades ahumadas intensas con reflejos de amatista, tras las cuales se esconde un néctar ligeramente rosado.
Para más información:
http://www.facebook.com/givenchy.ar
@givenchyarg
De: www. modabit.com
Ange ou Démon le Secret Elixir es el fiel reflejo de Uma Thurman que, para protagonizar la campaña realizada por Mario Testino, lució un vestido blanco Givenchy de alta costura diseñado por Riccardo Tisci.
Un elixir de enigmática seducción
En la nota de salida, el espíritu ligero del limón de Italia y el té verde se desvía hacia una caricia de neroli para una feminidad rutilante. La sensualidad del perfume se abre y se vuelca en una nota media de flores blancas muy apreciadas por Givenchy: una alquimia de jazmín Sambac, azahar y plumeria.
La nota final deja su huella sobre la piel y se prolonga en una estela de vainilla y pachulí. Un matiz de cedro y almizcles blancos mantiene la estela con misterio, revelando un carácter perturbador y lleno de elegancia.
El célebre frasco facetado de Ange ou Démon, diseñado por Serge Mansau, se ha reinterpretado para el elixir. Modernizado, depurado y con un matiz inédito del vidrio, el frasco presenta tonalidades ahumadas intensas con reflejos de amatista, tras las cuales se esconde un néctar ligeramente rosado.
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