Porque son más delicadas están más
expuestas a los agentes que provocan en envejecimiento; a continuación
los últimos lanzamientos en productos de belleza
Por Viviana Alvarez
Ya sabemos que los cuarenta son los
nuevos treinta: nos sentimos plenas física y anímicamente. Sin embargo,
para la piel de nuestra cara el tiempo no para y comienzan a acentuarse
las arrugas. Este fenómeno se nota mucho más en las mujeres que tienen
piel sensible, que cada vez son más. De hecho, ya hay estudios que
indican que una de cada dos mujeres siente señales de piel sensible como
tirantez, enrojecimiento, irritación y prurito. Estos síntomas surgen
debido a factores hereditarios, a la contaminación ambiental, la falta
de vitaminas o minerales por dietas severas y, fundamentalmente, por la
exposición al sol que venimos acumulando desde siempre. Todos estos
elementos provocan la liberación de sustancias que dañan la piel.
A los 40
En la dermis, que es la segunda capa de la piel, se
encuentran fibras elásticas como colágeno, elastina y ácido
hialurónico, que son las que dan firmeza, sostén, tono homogéneo y
luminosidad. A partir de los 30 años, estas fibras comienzan a perderse,
las arrugan se hacen más profundas y más visibles. Los primeros signos
se ven en los pómulos y en el cuello. Este proceso que sucede en las
pieles normales es mucho más evidente en pieles sensibles que son más
finas y reaccionan ante estímulos externos. Por eso, están siempre más
coloradas, irritadas o inflamadas. En los laboratorios de La Roche-Posay
descubrieron que las pieles sensibles sufren una alteración llamada
estrés microinflamatorio que acelera el envejecimiento debido a que se
destruyen con más facilidad las fibras de la piel. Afortunadamente,
existen ingredientes y rutinas que retrasan la aparición de las líneas
de expresión en las pieles más vulnerables. Si cumplimos al pie de la
letra, los resultados se verán en un mes.
Infaltables
Estos son algunos de los ingredientes que además de
prevenir las arrugas, protegen a las pieles sensibles. Antes de usar
algún producto es necesario recurrir a un dermatólogo para determine
cuál es la combinación adecuada para cada caso. Lo que debemos saber es
que las sustancias que sirven para las pieles sensibles también son
altamente eficaces en las normales.
Vitamina C: con la edad, la concentración de
esta vitamina disminuye en nuestro organismo y es necesario un aporte
externo. La vitamina C es un poderoso antioxidante, estimula la
producción de colágeno, rellena las arrugas, da elasticidad, previene
los efectos del estrés, reduce el enrojecimiento y unifica el tono. Es
el ingrediente principal de Redermic Hyaluc C, la novedad antiage de La
Roche-Posay para mujeres a partir de los 40 años. La fórmula se completa
con ácido hialurónico, manosa, madécassoside (repara las células),
neurosensina (evita el estrés microinflamatorio) y agua termal
Acido hialurónico: es una molécula natural
que puede retener hasta mil veces su peso en agua, como si fuera una
superesponja y por eso tiene un poderoso efecto de relleno. Igual que la
vitamina C, aumenta la producción de colágeno, elastina y otras fibras
de soporte
Manosa: es un azúcar que recupera el espesor
natural de la piel y así mejora la apariencia de la piel sensible.
Suaviza, previene la irritación y el enrojecimiento
Saponina bioactiva: estimula la producción de ácido hialurónico
Retinaldehido: se transforma en vitamina A y
actúa en dos niveles: en las capas más profundas para reactivar el
metabolismo celular, y en la superficie para mejorar la luminosidad
Antioxidantes: destruyen los radicales
libres, protegen las células e inhiben los efectos nocivos de la
radiación. Algunos ejemplos, además de la vitamina E, son la coenzima Q
10 y el ácido lipoico
Alistin®: Este es el nombre que vamos a ver
en las góndolas. Sin embargo, se trata del Decarboxycarnosine, un
antioxidante similar a una sustancia natural liberada por las células.
Previene el daño solar, brinda firmeza, mejora la hidratación y protege
las proteínas y las enzimas de la piel
Rutinas que funcionan
Con las cremas no alcanza. Los mejores complementos
para reducir las arrugas son los buenos hábitos y estos son algunos
rituales diarios que hacen la diferencia:
- Limpiar la cara a la mañana y la noche con productos específicos para cada tipo de piel
- Usar protección solar todos los días del año
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco
- Protegerse del calor y el frío extremo. También, del efecto de los calefactores o el aire acondicionado
- No realizar dietas exigentes que reducen las vitaminas y los minerales esenciales
- Seguir un tratamiento antiage de día y de noche especialmente indicado por un dermatólogo. De día es recomendable usar fórmulas hidratantes, reparadoras, con protección solar. De noche, humectantes y nutritivas. En la cara, las cremas se aplican con movimientos suaves, sin presión y en cinco puntos. En la frente, se distribuye hacia el nacimiento del cabello; en los pómulos, hacia las orejas; en la nariz, hacia los pómulos y en el mentón, hacia el escote
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