Su nombre lo dice todo. Se trata de productos, normalmente con una base líquida o en barra, que se utilizan para camuflar las imperfecciones de la piel, principalmente granitos y ojeras. Se pueden usar en solitario y debajo o encima de la base de maquillaje. Lo más importante es elegir un corrector con el tono lo más parecido a nuestra piel, para evitar el efecto “mapache”, en el caso de las ojeras, o destacar los granitos que queremos esconder.