Tu base de maquillaje depende del matiz de tu piel. Experimenta con tonos rosados o amarillos según sea tu tono de tez. Aplica el color más parecido con el tuyo para que quede más natural.
Debes elegir el tono que armonice con lo claro u oscuro de tu cutis. Y, dentro de esta gama, el que se adapte mejor al matiz de fondo de tu piel, que puede ser más bien rosada o tirando a amarilla.
Para comprobarlo, aplica tres o cuatro tonos que te parezcan los mejores a lo largo de la línea de tu mandíbula y escoge el que parezca haber desaparecido porque se ha difundido con la piel.
La maquilladora Bobbi Brown piensa que se debe utilizar siempre tanto fondo de maquillaje como polvos en tonos amarillos. La razón estriba en que el 90% de las mujeres tienen un cutis que tiende hacia el amarillo y no hacia el rosa, como se cree.
Si la base no es del mismo color que la propia piel, el efecto no es natural.
Nunca base más oscura que tu piel.
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