Calu Rivero, atrevida & cool.
El año pasado brilló en El Elegido, y ahora promete lucirse con un personaje atrevido en Dulce amor, la nueva novela de Telefé. Aquí, nos revela cómo se prepara para el 2012.
Cosmo: ¿Cómo es tu personaje en Dulce amor? Calu: Soy Natacha Balde, una estudiante que termina el colegio y se va a Los Ángeles para ser actriz y escapar del dolor que le generó la muerte de su padre. Sin embargo, no logra triunfar en Hollywood y solo se dedica a gastar dinero. Harta de esa situación, su hermana le quita la tarjeta de crédito y la obliga a volver a Buenos Aires, donde se enamora de su chofer. Me divierte porque es un personaje fresco, mentiroso y romántico, que dará que hablar.
Para El elegido te platinaste el pelo. ¿Te animás a cualquier cambio de look? Si me siento cuidada, sí. Igual, las mujeres tenemos una relación especial con nuestro pelo y me costó adaptarme a ese color. Cuando me vi rubia por primera vez frente al espejo, fue muy fuerte. Para colmo, la gente me paraba en la calle y me decía: "Te quedaba mejor el castaño". Lo más importante es que demostré que puedo cambiar mi estilo por un personaje, sin que me interese simplemente estar linda. Entendí que el pelo es una gran arma de trabajo.
¿Tenés algún complejo con el cuerpo? No. Quizá, en la adolescencia no me crecían las lolas y me mortificaba, pero con el tiempo entendí que la clave para sentirte sexy es llevar todo lo que te dio la naturaleza con actitud. Podés tener un lomazo, pero si sos insegura, no te vas a ver linda. Por eso, soy anticomplejos y no me da pudor el cuerpo desnudo. Hice escenas de sexo con poca ropa y producciones calientes, y no me resultaron nada traumáticas porque estoy feliz con mi figura.
Siempre te alaban el look, ¿te gusta la moda? Sí, pero no me visto para que hablen de mí. Mi estilo depende de mi estado de ánimo. Me atrevo a usar de todo porque sé que una dice mucho con lo que se pone. También, me gusta leer revistas de moda. En el verano, mis básicos son los shorts, las camisas de jean y las botas. Ni siquiera me maquillo, solo salgo con máscara de pestañas y un poco de rouge.
¿El mejor plan para un sábado a la noche con amigas? Juntarnos a comer en casa y charlar hasta la madrugada, con un rico vino de por medio. No soy bolichera, pero me copa ir a fiestas o mezclar temas como DJ en alguna disco. La música es fundamental en mi vida, es mi gran aliada para sentirme bien. De hecho, el mes pasado me hice un tatuaje en el brazo, que dice: "Música por favor".
Leé la nota completa en Cosmopolitan de Enero.
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