Hace ya un año que las faldas plisadas vienen apareciendo en las revistas, lo sé, pero a mí la moda tiene que convencerme. No puedo empezar a ponerme una prenda sólo porque la he visto en alguna pasarela. De hecho, no sé si a ustedes les habrá pasado, pero cuando pensaba en faldas plisadas se me venía una palabra a la mente: colegialas. Aunque ya me di cuenta que hay dos grandes diferencias: primero, el material. Las que mejor se ven en mi opinión son las más vaporosas, las de telas livianas y delgadas. Segundo, el ancho del pliegue. Mientras más angosto el plisado se ve mucho más femenino y elegante.
Si en el 2011 algunas de las grandes casas de la moda trajeron esta tendencia de vuelta, este 2012 se están sumando muchas más. Incluso ya no están sólo en las revistas, ya se han apoderado de las calles aunque aquí en Chile sus apariciones son bastante tímidas. Quizá porque la oferta tampoco es mucha.
Eso si, hay que tener en cuenta una de sus características: el volumen. Por sus pliegues es una falda con bastante volumen y por mucho que se vean maravillosas en los cuerpos de las modelos, la mayoría de nosotras somos muy diferentes. Lo importante es mantener el volumen en un sólo lado, o arriba o abajo. Si vas a usar una falda plisada mejor elegir un top ajustado. Otro tip práctico, es no usar estampados, eso aumenta aún más el volumen.
El largo va a depender totalmente del gusto de cada una. Las largas son las que están más de moda, la preferidas. Las cortas son mas lúdicas. Y las de un largo intermedio tienen ese encanto chic de los 50’. Yo voy a ir en busca de mía.
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