Sol sin miedos

Una muy buena nota de
Lola Morando

Proteger la piel del sol es la mejor forma de mantenerla sana y bella durante mucho tiempo. Y aunque todavía quedan algunas iguanas adoradoras del astro rey a ultranza, cada vez más gente toma medidas para esquivar los efectos dañinos de los rayos solares. Cortesía del agujero de ozono, el calentamiento global y otras pestes, ya no hay horas inocentes para exponerse al sol sin riesgos. Y los excesos y descuidos, cuando no se pagan con la salud, se traducen en una piel opaca, reseca, arrugada, manchada y prematuramente envejecida en general.

Disfrutar del aire libre sin preocupaciones o aun evitar quedar a rayas viajando al trabajo cada mañana no es sin embargo imposible. Solo es cuestión de acostumbrarnos a incorporar a nuestra rutina mañanera un paso más que no lleva mucho tiempo. Nuestra piel, agradecida.

Protegerse del sol es necesario a toda edad y durante toda la vida, ya que el daño solar es acumulativo. Una piel de 18 años capaz de soportar sin inmutarse los efectos de una noche de fiesta es igual de vulnerable al sol que una piel madura. Otro error común es el de protegerse durante las vacaciones o en excursiones al aire libre y olvidarse de tomar recaudos ante la exposición al sol urbana y casual. Como señala la Dra. Mónica Maiolino, médica dermatóloga asesora de Dermaglós, “La mayor parte del año los instantes al aire libre los pasamos en la ciudad, en calles, plazas y jardines. Y en esos momentos también se debe prestar atención a la protección solar. ¿Por qué? Porque la frecuente e inadecuada exposición solar puede producir daños que son acumulativos, manifestándose con el paso del tiempo. Por eso es necesario estar protegido en todo momento y en todo lugar, desde la infancia hasta la adultez”.

A tomar nota entonces del plan de protección eficaz apto 0 a 99 años, para disfrutar del sol sin sufrirlo:

En invierno, según el grado de exposición al aire libre podemos optar por cremas de tratamiento con filtro solar incorporado, aunque el índice de protección (que determinará el dermatólogo según el tipo de piel) nunca debería bajar de 25. En verano, en cambio, resulta imprescindible utilizar protectores solares específicos con índice de protección 50. Existen productos en el mercado con índices de protección más altos, pero la realidad es que la eficacia de la barrera de protección prácticamente no cambia. Otro detalle a tener en cuenta es que, aunque algunos productos declaren serlo, no existe aún una verdadera pantalla total. Es decir, los protectores filtran los rayos nocivos, pero nunca será lo mismo que si estuviéramos bajo techo. Por eso es importante utilizar dosis generosas de producto y renovar la aplicación cada dos horas.  

 Uno de los mayores obstáculos a la hora de hacer amistad con el protector solar es que suele tratarse de productos bastante densos y pesados que tienden a engrasar la piel. Nuevamente, muchos se promocionan como no grasos, pero el resultado final es igual de mantecoso. No son muchas las líneas que prometen protección ligera y cumplen, pero las hay. Dermaglós ofrece protectores solares faciales livianos y lanza este verano una línea que incorpora un toque de color. La línea española Heliocare, a la venta en farmacias también ofrece alta protección sin brillos molestos. Aunque el producto estrella de la categoría es seguramente Anthelios XL 50+ Fluido extremo, un favorito que no engrasa las pieles mixtas y brinda alegría y confort a las pieles sensibles. Heliocare y La Roche Posay ofrecen además opciones de protección para todos los gustos y necesidades, incluyendo el cada vez más habitual protector solar con color, una buena opción para evitar la base de maquillaje en días de calores infernales.

¿Se cuidan del sol? ¿Cómo lo hacen? ¿Se animan a agregar al escudo urbano toques creativos como sombreros o pañuelos?

 

 

Publicado por Revista Sophia  

Info de :

Lola Morando estudió Letras porque ama escribir y maquillaje para seguir teniendo permiso para salir a jugar. Es redactora de contenidos web y algún día, promete, escribirá una novela. Mientras tanto estudia ruso, baila y va a la caza de esos trucos de belleza simples que ayudan a sentirse bien sin mandatos que cumplir.