Los avances en el terreno de los tratamientos no invasivos traen una nueva alternativa: el lifting facial líquido. La edad indicada para realizarlo es entre los 30 y los 60 años.
El paso del tiempo es inevitable, sin embargo la medicina estética está siempre ofreciendo nuevos recursos para detenerlo. El lifting es uno de los más utilizados para rejuvenecer el rostro, pero ofrece reticencias: ha sido cuestionado porque requiere pasar por el quirófano y un postoperatorio de varios días. Hoy, los avances en el terreno de los tratamientos no invasivos traen una nueva alternativa: el lifting facial líquido. Sin bisturí, es un método rápido y seguro. No se elimina piel, sino que se aplican rellenos de última generación que tienen en su composición ácido hialurónico de origen no animal. Estos nuevos rellenos inyectables combinan distintas densidades para recuperar el volumen y la forma perdidos, expanden mejor las estructuras faciales modificadas por el paso del tiempo y, además, se integran totalmente a la piel porque tienen mayor tolerancia y durabilidad. Los resultados son inmediatos.
DIFERENCIAS. Según el doctor Guillermo Blugerman, médico cirujano de Centros B&S “no se puede decir que reemplaza al lifting quirúrgico”. La ventaja es que el líquido puede posponer la necesidad de la cirugía hasta por 5 o 6 años. El lifting líquido ofrece un resultado casi inmediato, sin mayores cuidados posteriores. Al utilizarse microcánulas sin filo y agujas ultrafinas siliconadas, la aparición de moretones es poco usual. Los productos incluyen anestésicos en su composición, por lo que la aplicación es prácticamente indolora o con mínimas molestias. Es importante aclarar que el lifting líquido no modifica la textura de la piel, ni elimina la flaccidez cutánea, pero sí tensa los tejidos cuando hubo una pérdida o desplazamiento de los volúmenes que hacen que un rostro se vea juvenil. “No hay que tomarlo como un relleno facial, sino como un nuevo concepto revolucionario de reordenamiento de las luces y sombras que refleja la piel de la cara”, aclara Blugerman. Sin dudas, el aspecto más novedoso es que es un tratamiento reversible. Si la paciente no está conforme con el resultado se puede aplicar una inyección en las zonas tratadas, llamada hialuronidasa, que disuelve en uno o dos días el producto que se colocó previamente.
La base de este nuevo lifting es el ácido hialurónico de origen no animal, Nasha (non-animal stabilized hyaluronic acid), que se produce en laboratorio mediante un cultivo de bacterias. Al no ser de origen animal, no produce reacciones alérgicas. En el laboratorio, las bacterias sintetizan ácido hialurónico dentro de la membrana celular, desde donde pasa al medio extracelular. El empleo de Nasha reduce las impurezas, asegura la ausencia de proteínas inmunológicamente activas y de componentes animales biológicamente activos como virus, y entonces no requiere de pruebas cutáneas previas al tratamiento, ya que no produce reacciones alérgicas. El doctor Blugerman explica que “el ácido hialurónico forma parte del tejido conectivo, la dermis, las articulaciones, las membranas intersticiales y el cuerpo vítreo de todos los vertebrados. Su función principal en la matriz es la estabilización de las estructuras extracelulares. El ácido hialurónico es hidrofílico, por lo cual posee una función hidratante natural que contribuye a la turgencia y flexibilidad de la piel. Si bien el ácido hialurónico es abundante en neonatos, su producción se reduce con la edad provocando la deshidratación de la dermis y los signos de envejecimiento. Por ello es una sustancia ideal para rellenar las depresiones cutáneas y confiere una apariencia natural y de estabilidad estructural”.
FORMA Y VOLUMEN. El Nasha es un ácido hialurónico estabilizado debido a la introducción de puentes cruzados entre las cadenas de polisacáridos que lo constituyen, formando un gel capaz de contener un gran volumen de agua. Este gel permite el pasaje de nutrientes, oxígeno y hormonas y, por ende, el normal funcionamiento tisular. Lo que determina la duración y la resistencia a la deformación del producto es el número de puentes entre las cadenas de disacáridos que componen la molécula del ácido hialurónico, por eso se diseñan en el laboratorio distintos productos que tienen diferentes grados de entrecruzamientos (puentes) para “reemplazar” tejidos a distintas profundidades. El lifting líquido no sólo rellena, da forma y volumen en sitios específicos del rostro para recuperar el aspecto juvenil, sino que actúa a distintos niveles, desde el plano más profundo al más superficial: por ejemplo, sobre el esqueleto de la cara, que sufre un proceso de reabsorción por la osteoporosis y la pérdida de piezas dentarias; sobre el plano de los músculos de la mímica, que sufren procesos de atrofia y deshidratación con el consiguiente déficit de volumen; sobre el tejido subcutáneo, que sufre la pérdida de células adiposas por el proceso de envejecimiento y los cambios hormonales que padece la mujer a lo largo de su vida y las oscilaciones de peso; y finalmente sobre las distintas capas de la piel, que reciben toda la agresión desde el interior y desde el exterior. Por este motivo el Dr. Blugerman aclara que se debe analizar cada uno de los problemas que presenta el rostro de la paciente para sugerir el cocktail de productos y tratamientos complementarios necesarios para ese rostro en particular. Y añade, “con estos nuevos materiales se pueden eliminar las arrugas de los labios sin provocar una deformación en la boca, porque con las microcánulas se puede ir por debajo de la piel entre ésta y el músculo, para que una fina capa de producto re-expanda las arrugas sin riesgo. Lo mismo sucede con las ojeras y las arrugas finas de los párpados inferiores, que hasta ahora no tenían otra solución que la cirugía”. Cada sesión dura 20 minutos y los resultados son reversibles. En B&S, el precio es desde $ 1.600. En Dra. Velia Lemel, Piel & Láser –lo llaman “relleno con ácido hialurónico”–, cuesta desde US$ 570.
Para tener en cuenta:
La edad indicada para efectuarse este tipo de prácticas es entre los 30 y los 60 años. También se puede aplicar en casos de pacientes más jóvenes que hayan sufrido una gran pérdida de peso, acné severo, o en los que simplemente necesitan mejorar algunos rasgos faciales como pómulos, nariz o mentón y no desean pasar por un quirófano. Respecto al período de recuperación, se aconseja evitar los masajes faciales, las compresiones violentas y los golpes o traumatismos en las zonas tratadas para evitar la deformación tridimensional del producto. Aunque no hay riesgos de desplazamiento, ya que el ácido hialurónico se integra a los tejidos.
La duración de los efectos en general depende de los cuidados que la persona brinde a su rostro. Por lo general, se considera que son necesarios pequeños suplementos de ácido hialurónico a partir de los 12 a 14 meses del procedimiento original, pero nunca suelen precisarse los mismos volúmenes utilizados en la primera sesión.
Para cuidar la piel es conveniente que se mantengan los cuidados habituales, como una buena hidratación desde adentro mediante el consumo de suficiente líquido y proteínas, además de los tratamientos complementarios como la radiofrecuencia, la microdermoabrasión, los peelings y las cremas con productos activos antienvejecimiento.
Este tratamiento no tiene contraindicaciones, “salvo la mala recomendación del procedimiento”, asegura el Dr. Blugerman. Esta técnica no reemplaza al lifting quirúrgico cuando hay flaccidez de piel, ni al láser pixelado cuando hay arrugas profundas. “Lo más importante es la correcta selección de la persona para que no existan expectativas poco realistas, y así obtener la satisfacción del paciente con el resultado”, insiste.
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