Además de ser una fuente de vitaminas A, B y C, el fruto es eficaz contra las manchas, las arrugas y la flacidez
De la misma familia que el pimiento, la berenjena y la papa, el tomate, a diferencia de lo que muchos piensan, no es un vegetal; es un fruto.
Se sabe que contiene sales minerales como: fósforo, hierro, potasio y magnesio. Además, es un alimento con pocas calorías.
Pero la mejor novedad del alimento está aún por venir: el fruto retrasa el envejecimiento de la piel, ya que es rico en licopeno, un antioxidante de gran alcance que da el color rojo al fruto. Según la nutricionista Renata Nicolay Guimarães, el antioxidante disminuye y bloquea reacciones de la oxidación inducidas por los radicales libres y por lo tanto ayuda a prevenir las arrugas, la flacidez y las manchas de la piel. "Es un protector solar natural", añade.
Otro aspecto positivo del alimento es el hecho de poseer los carotinoides (incluyendo licopeno), que son pigmentos fotosintéticos y foto protectores que también pueden proteger la piel contra los efectos dañinos de los radicales libres. "Esto sucede porque los antioxidantes protegen el organismo contra el estrés oxidante", explica la nutricionista. El tomate también contiene otros carotinoides como alfa, beta, gamma-caroteno, fitoflueno, neurosporeno y luteína.
Características del alimento
Las vitaminas encontradas en los tomates pertenecen al complejo A, ideal para la piel y mucosas; tipo B, que ayudan a estabilizar el sistema nervioso y el tracto digestivo, así como la tonificación del músculo cardíaco; y las del tipo C, eficaces en la lucha contra las infecciones y la fragilidad de los huesos y la malformación de los dientes. "El alimento también contiene fósforo, potasio, calcio, sodio, magnesio y hierro," completa Renata.
Cuando hablamos de enfermedades, el fruto combate el agotamiento mental, trastornos digestivos y pulmonares, las cataratas, la degeneración macular, varias cardiopatías (enfermedades que afectan al corazón) y el cáncer (especialmente de mama, pulmón, próstata y endometrio). "El tomate también tiene una acción antiinflamatoria y función inmune."
Además del consumo en ensaladas y salsas, otra buena opción para disfrutar de los beneficios del tomate es en forma de jugo. Si va acompañado de salsa, mejor aún: esta combinación es un poderoso aliado para disolver cálculos renales.
Para acompañamientos, “lo ideal es hacer una salsa de tomate natural con aceite de oliva extra virgen ", concluye Renata. Su uso está contraindicado en personas con fermentaciones gástricas y acidez estomacal.
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