Si tienes ojos verdes, la mejor opción es que juegues con los colores cobres, púrpuras y dorados. La paleta entre verde y azul turquesa también puede ser muy bien explotada. Difumínalo con varias pasadas y aplica tu lápiz de ojos (similar tono al de la sombra elegida) en la parte superior e interior del ojo. Aplica máscara de pestañas negra y seguidamente varios toques de color verde por encima del párpado, en el caso que quieras destacarlos aún más.
Los ojos marrones, a pesar de ser los más comunes, tienen la ventaja de que son los que más juego pueden dar según los colores que elijas entre la paleta de verdes, azules y metálicos. Lo mejor es repasarlo hasta dos veces para acentuar aun más el color como sombra de ojos, con la ayuda de una esponja o brocha fina. Con un lápiz claro u oscuro, dependiendo de cuál ha sido tu sombra para hacer el contraste, perfila todo el contorno y remarca bien la parte interior más cercana al ojo. Máscara de pestañas negra, marrón o azul.
Para los ojos azules, lo ideal es la gama de tierras: beige, chocolate y marrones para tu sombra de ojos. El juego de aplicar una línea superior en el párpado con un tono lila o magenta sirve para resaltar aún más el tono azul de los ojos. Máscara de pestañas marrón oscuro con volumen y un tono de lápiz claro (elige el blanco o el rosa muy claro), ya que te ayudará a agrandar más aún el contorno.
Los ojos grises son los más complicados, pero lo fundamental para resaltarlos es huir de los tonos cálidos, porque no dan ninguna viveza a la mirada. Es preferible optar siempre por la gama de azules y el plata. Las sombras grisáceas combinadas con el azul son la elección perfecta, aplicadas en la parte superior. Luego, con un lápiz de tono azul oscuro o turquesa, perfila únicamente arriba, y con un eyeliner negro abajo. Máscara de pestañas negra o azul, y olvídate de los tonos marrones para cualquiera de los casos.
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