En temas de accesorios me consideraré novata a largo plazo. Soy / fuí de las que ante el apuro compro por impulso, siempre y cuando el precio haya entrado en la lista de lo que es racional según mi criterio pero al llegar a casa vuelvo mirar aquel collar, pulsera o aro que me había enamorado y puedo hasta reconocer el pegamento que fue utilizado. Mencionamos lo costoso que es vestirse en este país, y en temas de bijoux, reduzco la zona a la ciudad de Buenos Aires, me parece imposible.
Ante todo percibimos que pega un modelo y ahí estará colgado de todos los ganchos de las casas especializadas y vamos que ya no es lo que era cuando una va celebrando años y aspira que ese collar de ensueño no esté colgando en el cuello de la de al lado también.
En segundo término serán los precios. De hacer una gambeta a las tiendas low cost y pasar a esas que lograron algún recononicimiento de nombre, es perpleja la etiqueta: Cuando nos unimos al club de los accesorios a $200?
El último vistazo para mi veredicto será la apariencia, en cuanto te acercás, aquel diseño que se veía tan bien en la revista deja al descubierto que la calidad es imposible o por lo menos, deja mucho que desear.
Apostar por accesorios de calidad es la regla principal.
Con los años son las joyas las nuevas amigas (en la 5 Avenida será facil hacerse de una pulsera en Tiffany&Co, experiencia irrepetible en Buenos Aires, el consuelo será que hasta Swarovski tiene sales) aunque a falta de abanico de di$eños para abastecer el día a día hay que dar con quién nos suministre diseño, precio y calidad en el tiempo.
Esa es la explicación al porque ilustro la nota con la marca Soers ya que es con esta firma donde encuentro contención. Cada temporada sus diseños se distribuyen en líneas temáticas donde las perlas, mis favoritas, siempre tienen su lugar destacado en modelos variados y en sus accesorios hay belleza en diseños simples.
Ante todo percibimos que pega un modelo y ahí estará colgado de todos los ganchos de las casas especializadas y vamos que ya no es lo que era cuando una va celebrando años y aspira que ese collar de ensueño no esté colgando en el cuello de la de al lado también.
En segundo término serán los precios. De hacer una gambeta a las tiendas low cost y pasar a esas que lograron algún recononicimiento de nombre, es perpleja la etiqueta: Cuando nos unimos al club de los accesorios a $200?
El último vistazo para mi veredicto será la apariencia, en cuanto te acercás, aquel diseño que se veía tan bien en la revista deja al descubierto que la calidad es imposible o por lo menos, deja mucho que desear.
Vuelvo al punto, paso de largo entonces las tiendas que replican hits para adornar el look y apuesto en ese apuro por la compra a las marcas que si bien más caras, usan materiales a los que les fío y ahí vamos otra vez: tengo aros que rondan los $150 que nunca pude lucir más que hasta la puerta de mi casa porque se despega el diseño, ¡por el peso!. Otros de alrededor de $185, un collage precioso de 5 elementos. Pude contarlos porque ayer quedaron desparramos al caer de mi oreja al escritorio. Pago de más pero la calidad es lo menos? y caigo en la cuenta que somos las consumidoras quiene avalamos ese costo. En las capitales de la moda donde lo que se lleva no está tan sobrevalorado sino bien diferenciado, serán las joyas quienes marquen el rango del precio según el lujo expuesto desde la etiqueta y el precio se vuelve más honesto si se trata de bijouterie.
Collar Mery - $90 Soers
Collar London Línea Vintage by Soers ($90)
Con los años son las joyas las nuevas amigas (en la 5 Avenida será facil hacerse de una pulsera en Tiffany&Co, experiencia irrepetible en Buenos Aires, el consuelo será que hasta Swarovski tiene sales) aunque a falta de abanico de di$eños para abastecer el día a día hay que dar con quién nos suministre diseño, precio y calidad en el tiempo.
Esa es la explicación al porque ilustro la nota con la marca Soers ya que es con esta firma donde encuentro contención. Cada temporada sus diseños se distribuyen en líneas temáticas donde las perlas, mis favoritas, siempre tienen su lugar destacado en modelos variados y en sus accesorios hay belleza en diseños simples.
Aros Anis, línea Vintage by Soers ($52)
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