La idea la maduró durante la materia de Proyectos cuando estaba finalizando la carrera de Ingeniería Comercial. Luego decidió tener su propia línea de cosméticos, Be Cosmetics by María René Antelo, con productos importados de EEUU, a los que ella les pone su nombre. Así crea su propia línea, con la ayuda de un bioquímico que ha contratado.
Pasaron tres años y por fin pudo materializar su sueño, un proyecto que le ha demandado más de $us 80.000, dinero que ha salido totalmente de su bolsillo, ahorrando peso a peso con cada trabajo de modelo que realizó.
Trabajó casi dos años en una empresa , pero sus ganas de emprender algo propio la jalaron para el otro lado.“Mis amigas traen a sus amigas y yo les hago demostraciones. También voy a las empresas con mi maletita negra y vendo maquillaje a las ejecutivas, así soy, no me da vergüenza”, relata tratando de explicar cómo ha estado haciendo un trabajo de hormiga para que todo lo necesario salga de su bolsillo y no necesite pedir prestado a un banco.
“Ya no tengo ahorros, pero me siento supercontenta”, dijo con una gran sonrisa que se multiplicaba gracias a los enormes espejos que casi tapizan las paredes de la tienda de dos pisos a la que aún le faltan algunos detalles, como un letrero y algo más de mobiliario.
Reconoce que es una tentación ganar tanto dinero en poco tiempo, como les pasa a las modelos. En la pasada versión de Expocruz ella ganó $us 10.000 en solo diez días, pero no gastó un centavo en algo que no fuera su objetivo.
“Me ha tocado barrer y trapear, te lo digo con toda la humildad del mundo. Ahora es cuando más valoro la plata, ganarme $us 10 me cuesta, ya no es solo sonreír para la foto. Aunque gracias al modelaje estoy aquí, me generó dinero y me dotó de personalidad porque me podés poner al frente a una persona de cualquier edad y puedo conversar con ella de todo. Antes era muy calladita”, confesó.
Pero no todo fue color de rosas, le salieron lágrimas y le dieron ganas de tirar la toalla cuando le costó tanto (seis meses) conseguir la certificación de calidad que le permitiese funcionar como importadora y por último alcanzar el permiso de la Dirección Nacional de Medicamentos (Dinamed).
Asegura que no se puede vivir del modelaje en Bolivia, y eso que ella ha sido una de las mejor pagadas. Por eso recomienda a las maniquíes que terminen sus estudios, el modelaje debe ser algo paralelo.
“Y si ganás $us 100, no te gastés $us 110, no cedás a la tentación de comprarlo todo. Por ejemplo, yo ya tenía un auto que me regalaron cuando salí bachiller y manejé el mismo por seis años; si hubiese querido con mis dos primeros grandes contratos a mis 18 hubiera podido cambiarlo, pero ¿para qué? no era necesario. Prefería prestar esa plata y guardarme los intereses. En resumen, no gastés en nada que no sea tu objetivo”, reveló entusiasmada.
¿Qué más les aconsejás a aquellos que quieren emprender un negocio como vos? le preguntamos, y no dudó en revelar su secreto: “Fijate una meta, invertí toda tu energía en ello, no malgastés, no claudiqués ante los obstáculos y que nada te dé vergüenza”.
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