¿Sabías que tu salud oral también puede experimentar cambios durante la pubertad, ciclo menstrual, embarazo, menopausia o al utilizar incluso anticonceptivos orales? Diversos estudios así lo demuestran y dejan en evidencia que en estos trascendentales períodos de la vida de una mujer, nuestro cuerpo experimenta considerables cambios hormonales que afectan directamente en el desarrollo y evolución de las enfermedades periodontales.
Y es porque durante la mayoría de las situaciones antes mencionadas, se experimenta un incremento de algunas hormonas sexuales, las que generan cambios en nuestras encías haciéndolas más susceptibles a la placa bacteriana y sus toxinas. Además, se ha demostrado que algunas de estas hormonas se liberan en altas concentraciones por fluidos de la boca favoreciendo fuertemente el desarrollo de algunas bacterias, e incluso actuarían disminuyendo algunas respuestas de defensa del sistema inmune.
Menstruación, Embarazo y Menopausia
Según los especialistas, durante la menstruación la gingivitis puede ser mucho más frecuente. “Ocasionalmente, algunas mujeres pueden experimentar hinchazón y sangramiento de encías tres o cuatro días antes de su inicio”.
Asimismo, los dientes de una mujer y particularmente sus encías pueden sufrir cambios durante el embarazo al igual que todo el resto de su cuerpo. De ahí el dicho “un hijo más, un diente menos” debido a que comúnmente las mujeres embarazadas experimentan gingivitis, con mucha mayor frecuencia y severidad durante el segundo trimestre de gestación, lo que disminuye en el tercer trimestre o próximo al parto.
Por otro lado, las mujeres que toman algún anticonceptivo oral, presentan un mayor riesgo de desarrollar algún problema en sus encías en presencia de placa bacteriana y de una inadecuada higiene bucal. Los anticonceptivos orales (AO) son hormonas o derivados sintéticos de algunas hormonas sexuales, las que originan cambios similares a los ya descritos.
Ahora bien, la mujer durante la menopausia (cese de la menstruación), puede experimentar una serie de cambios en su cuerpo debido a variaciones hormonales pudiendo sufrir lo que los especialistas han denominado Gingivoestomatitis Menopáusica, la cual se caracteriza por “un fácil sangramiento de las encías, sequedad bucal, sensación de sabor metálico en la boca, alteración del gusto (especialmente a la sal, pimienta y limón), adelgazamiento de las encías, acompañado de sensibilidad a algunos alimentos y dificultad para portar prótesis removibles”.
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