El clásico hombre de manos rudas ha pasado a la historia. Cada vez hay más hombre que acuden a centros espcializados para confiar sus manos (y sus pies) a los especialistas.
La manicura masculina no es igual que la femenina, tiene ligeras diferencias. Por ejemplo, la femenina suele terminar con el esmaltado, la masculina (salvo que el cliente requiera lo contrario) acaba con una capa de tratamiento; es decir endurecedores, esmaltes anti-estrías, etc. Además los productos que se emplean para las manicuras masculinas suelen ser diferentes, por aquello de no llevar una hidratante de manos con olor a frambuesa.
Generalmente los tratamientos de belleza de los hombres suelen ser más cortos (y más caros) que los de las mujeres. Ya que corre el rumor de que a los hombres no nos gusta perder el tiempo cuidándonos. Así que las manicuras masculinas son tipo exprés. Yo no sé a vosotros, pero la verdad es que si decido ir a hacerme la manicura quiero que me la hagan bien; tarden lo que tarden.
Yo debo decir, que, lo he probado y me he enganchado. Me relaja mucho acudir a un centro a que me hagan la manicura. ¿Y vosotros qué, os animáis a haceros la manicura?
Tener Clase
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