Controlar el colesterol en forma natural
Publicado por Revista Sophia
Natalia Amengual es Licenciada en Nutrición y Médica
Ayurveda. Se especializa en el cambio de hábitos nutricionales y en
alimentación saludable, integrando la sabiduría de Oriente con los
conocimientos de Occidente. Realiza charlas participativas sobre
nutrición en diversas instituciones. Desde sus consultorios en Belgrano y
San Isidro creó la colecta anual "Sin sapo en la barriga" (
www.sin-sapo-en-la-barriga.blogspot.com),
que recolecta alimentos para comedores infantiles de Capital Federal y
GBA. Es colaboradora de la Fundación Banco de alimentos.
ESCRIBILE A NATALIA
natalia.amengual@sophiaonline.com.a
Cuando vamos a nuestro médico de cabecera y nos recomienda un análisis
de rutina, uno de los puntos obligados es medir cómo andan los niveles
de colesterol, pero ¿para que nos sirve este dato?
El colesterol es un componente del reino animal que se encuentra en los
tejidos grasos. Tenemos una producción interna de colesterol y un
aporte externo, proveniente de los alimentos que ingerimos. Al
colesterol se lo divide en dos tipos: LDL y HDL. El LDL mejor conocido
como “colesterol malo” es el que se deposita en las paredes de arterias,
vasos y capilares y disminuye su calibre. ¿Qué ocurre cuando uno
aprieta con los dedos una manguera? El chorro de agua sale con más
potencia. De igual modo, cuando los capilares se reducen la sangre fluye
con mayor presión, y esto hace trabajar en exceso al corazón para poder
bombearla por esos capilares cada vez más pequeños.
En cambio el HDL (o "colesterol bueno") recoge el colesterol depositado
en las arterias y lo lleva al hígado para ser eliminado; es un gran
limpiador de capilares y vasos sanguíneos. Si lo que se deposita está en
equilibrio con lo que se retira, entonces no hay riesgo (éste es el
"riesgo aterogénico" que se mide en los estudios y tiene que ver con la
relación entre colesterol HDL y LDL).
¿Cómo normalizamos los niveles de colesterol?
Primero debemos reducir el consumo de aquellos alimentos que lo poseen en cantidad:
• Yema de
huevo: si bien es la fuente de colesterol por excelencia, también es
rica en sustancias benéficas para el corazón. De todos modos, quienes
tienen colesterol elevado deben moderar su consumo e incluirlo en sus
dietas de manera ocasional: tres veces por semana como máximo.
• Carnes:
seleccionar cortes magros y retirarles toda la grasa visible antes de
cocinarlos. En casos de aumento de colesterol recomiendo un consumo no
mayor a tres veces por semana.
• Quesos:
preferir quesos blandos, con mayor contenido de suero, de esa forma el
colesterol disminuye ya que está menos concentrado. Utilizar quesos
untables y blandos en versiones descremadas que tienen casi la mitad de
las grasas.
• Margarinas,
grasas y frituras: las margarinas tienen grasas trans que disminuyen el
calibre de los vasos sanguíneos. La grasa animal utilizada como medio
de cocción es una gran fuente de colesterol malo. Las frituras cambian
la composición de los ácidos grasos del aceite, que aun sin poseer
colesterol, al ser sometido a temperaturas altas actúa como una grasa
trans.
¿Qué alimentos ayudan a normalizarlo?
• Pescados
de mar: salmón, atún, caballa, Jurel. Estos alimentos contienen ácidos
omega 3 que ayudan a bajar el colesterol malo o LDL y aumentan el
colesterol bueno o HDL.
• Verduras y frutas. Preferentemente comerlas crudas, así aportan fitoesteroles, vitaminas y minerales benéficos.
•
Aceites. El aceite de oliva reduce el LDL y aumenta el HDL. El aceite de
chia es un protector coronario por excelencia por ser una gran fuente
de omega 3.
• Frutas
secas: nueces, almendras, avellanas, pistachos. Estas frutas aportan
grasas monoinsaturadas y antioxidantes que colaboran en la regulación
del colesterol.
•
Semillas: Las de lino y chía evitan la formación de coágulos. La chía se
puede consumir en aceite o como semilla. Tanto la semilla de chía como
la de lino deben molerse o hidratarse antes de ser consumidas para que
el cuerpo pueda absorber todos los nutrientes que poseen.
• Salvado
de avena. Aporta fibra soluble que atrapa el colesterol y elimina su
exceso en el organismo. Se puede utilizar como rebozador para las
milanesas.
• Vino
tinto: Es considerado un alimento protector del corazón porque aumenta
el colesterol HDL o bueno. Un vaso de buen vino en la cena puede
disfrutarse y aprovecharse saludablemente.
No debemos olvidarnos del factor más importante para subir el
colesterol bueno y bajar el malo: la actividad física. Es importante
mantener un ritmo y una constancia a lo largo del año… caminar unas 30
cuadras por día ya nos protege de riesgos coronarios.
Todo en el cuerpo sigue un equilibrio, la ruptura del equilibrio nos
lleva a la enfermedad y recuperar el equilibrio nos sana. Confiemos en
la sabiduría de la naturaleza y probemos incorporar estos alimentos
protectores para que, equilibradamente, podamos mantener nuestra salud y
nuestra calidad de vida.
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