En esta nota trataré de explicarte de forma sencilla qué diferencia existe entre una piel reactiva y una piel alérgica, ya que es muy común que la gente confunda estos tipos de cutis porque sus síntomas son semejantes, aunque si les prestamos atención vemos que tienen diferencias sustanciales.
Piel alérgica
Este tipo de piel tiene como característica el reaccionar ante un agente alérgeno (que puede ser cualquier sustancia; el sol; productos no hipoalergénicos o incluso hasta estos pueden genera reacciones en ciertos casos…). La reacción se ve pasadas unas 24 horas después de la exposición al mismo y puede presentarse de diversas maneras: inflamación, eritema, prurito, urticaria, manchas, erupciones, etc.
La única forma de detener el proceso alérgico es evitando el contacto con el agente alérgeno y administrando la medicación indicada. La piel alérgica no reacciona ante la manipulación, masajes o calor ambiente como sucede con la reactiva.
Piel reactiva
La piel reactiva es un tipo de piel que se caracteriza por la hipersensibilidad cutánea (inducida por agentes externos, o hereditaria). En estos casos la reacción se genera en el momento y cede al poco tiempo mediante tratamientos y acciones destinadas a calmar la alteración generada.
La piel reactiva reacciona ante cualquier estímulo o producto (cremas, lociones, ácidos, masajes, calor, frío, etc.). Los síntomas pueden ser los mismo que en una alergia, pero su proceso y resolución es totalmente diferente (rojeces, sensación de calor, granitos, escozor, etc…)
Este tipo de pieles necesitan de atención y precaución, mucho más que en el resto de las dermis. No necesariamente se dan juntas, puede darse el caso como no.
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