lunes, 11 de junio de 2012

Disminuye el índice de mortalidad por cáncer de mama


Los nuevos avances médicos, la prevención y la detección temprana son fundamentales para hacerle frente
 
 
 
Foto: Archivo  / Corbis
Hoy, el Cáncer de Mama debe ser considerado una enfermedad crónica, como la diabetes y la hipertensión arterial. Está disminuyendo de manera notable la mortalidad ", dice la doctora Clelia Vico, jefa de Oncología del Hospital Penna . La definición sacude, conmueve y genera esperanza. Ahuyenta un poco el miedo y el agobio que siempre rodearon a este mal que afecta a una de cada ocho mujeres. Es que en los últimos años, investigaciones mediante, han aparecido buenas nuevas. "Hace casi cuatro décadas que me dedico a esta especialidad –puntualiza el doctor Daniel Allemand, presidente de la Sociedad Argentina de Mastología –. Cuando comencé, la mastectomía era la única salida. Hoy, el abordaje quirúrgico permite preservar la mama. Esa es la gran revolución del tratamiento del cáncer. Que depende, claro, del diagnóstico precoz". Pero hay más. Acaba de llegar a la Argentina el test genómico Oncotype DX , que estudia una serie de genes en el tumor y le otorga un score. Este dato permite establecer cuándo es imprescindible la quimioterapia y cuándo se puede evitar. De ese modo no se sobretrata a las pacientes. Dicho de una manera aún más sencilla: el test, que se realiza con el material que el cirujano obtiene en el tratamiento quirúrgico, predice las posibilidades de recurrencia del cáncer de mama.

Mejor, prevenir

Entre los factores de riesgo de esta enfermedad se anotan la edad avanzada, la historia familiar (de cáncer de ovario en mujeres menores de 50 años o de cáncer de mama en madre y/o hermana), la menarca temprana, la menopausia tardía, la nuliparidad (mujeres que no han tenido hijos), el primer embarazo después de los 30 años, el empleo de una terapia hormonal de reemplazo que combina estrógenos y progesterona, la utilización actual o reciente de anticonceptivos orales, la obesidad, la vida sedentaria y el consumo de alcohol, entre otros.
Así expuesta, la información resulta abrumadora. Casi avasallante. Pero hay que conocerla. Tanto como el poder que tenemos para mantener a raya este mal, porque las mujeres contamos con una herramienta fundamental: la prevención. Y cuanto más temprana, mejor. Tomen nota: como la vacuna aún no ha sido descubierta, la estrategia se basa en hábitos alimentarios saludables más actividad física cotidiana y la búsqueda prematura de la enfermedad. La mamografía y la ecografía, junto con el examen clínico, son los ejes en los que se asienta el diagnóstico precoz. Tampoco tenemos que olvidar el valor del autoexamen mamario , que le permite a la mujer conocer sus mamas y concurrir rápidamente a la consulta ante la aparición de cualquier modificación.
Si bien muchas cosas han cambiado (pensemos que nuestras abuelas no iban al ginecólogo para no quitarse la ropa delante del médico), algunas todavía necesitan un empujoncito. De acuerdo con un relevamiento reciente de la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (Lalcec) y el Hospital de Clínicas , a siete de cada diez embarazadas no les controlan la salud mamaria, más allá de que la revisión de las mamas debe ser un gesto automático del médico de atención primaria. Sobre todo durante el embarazo, una etapa en la que el diagnóstico se dificulta debido a las modificaciones que genera en el organismo.

En busca de la cura

La mayoría de los cánceres de mama que se diagnostican son los "esporádicos". Los que le pasan a cualquier mujer. Sólo un grupo pequeño, que no llega al 5 por ciento, responde a antecedentes familiares. En el caso de cáncer de mama en jóvenes menores de 30, si bien es infrecuente, la mujer tiene que consultar con un especialista genético, porque va a necesitar otros controles, otros tratamientos, otro seguimiento, señalan los especialistas.
Por lo general, las mujeres enfermas reciben una combinación de tratamientos: locales y sistémicos. Los locales abarcan la cirugía conservadora y la radioterapia. Las pacientes que por algún motivo tienen contraindicada la operación cuentan con la posibilidad de tratamientos reparadores que permiten reconstruir la mama para que quede de la mejor manera desde el punto de vista estético.
Saber si el cáncer regresará es una de las grandes preocupaciones en las pacientes, y el tratamiento posterior a la extirpación del tumor apunta a prevenir esta recurrencia. Por eso el abordaje terapéutico dependerá de lo que indique la experiencia quirúrgica. "Los cánceres de mama tienen lo que nosotros definimos como distintas formas de presentación –explica Allemand–. De acuerdo con la manera en que se expresan, se selecciona uno de los tres tratamientos sistémicos que están disponibles: la hormonoterapia , con el tamoxifenocomo como la droga más utilizada; la quimioterapia; y las terapias moleculares o blancomoleculares, en las que se usa la droga herceptin. Estos procedimientos han mejorado tanto que hoy permiten destruir selectivamente las células cancerosas y respetar las células normales. Hay una mayor curabilidad del cáncer de mama. Por supuesto, esto se logra, especialmente, en casos con diagnóstico precoz.


http://www.revistasusana.com

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