Con bajas concentraciones de ácidos y extremo cuidado con el sol, estos tratamientos llegan al verano.
En esta época es posible hacerse el último peeling fuerte del año y, contra lo que se cree, también otros menos profundos que los invernales, con productos que no producen fotosensibilidad. De todos modos, se trate del último peeling intenso o de los más livianos, la protección solar es siempre indispensable.
Exfoliar la piel es la función de este procedimiento que suele realizarse periódicamente para mantenerla en óptimas condiciones, según cada caso en particular. Así, el peeling desprende sus capas dañadas o manchadas vía el uso de una sustancia química, un procedimiento físico o uno mecánico.
Las sustancias químicas más frecuentes son ácidos. De ellos, el glicólico, mandélico y el salicíaco pueden usarse en invierno y en verano, aunque reduciendo en este último caso las concentraciones. Prohibidos para la primavera avanzada y el verano, el tricloroacético y el retinoico, que pueden causar fotosensibilidad.
El peeling superficial sólo exfolia la epidermis. Se realiza con procedimientos mecánicos, de los cuales la dermoabrasión, microabrasión (punta de diamante) y lijas especiales son los habituales, para eliminar las células muertas de la piel y renovar sus capas superficiales. Es ideal para suavizar arrugas ligeras, manchas leves de sol y puntos negros. Puede realizarse todo el año y requiere el uso de protectores solares. Entre uno y tres días luego de realizado, la piel lucirá mucho mejor. Es un procedimiento que pueden realizar cosmiatras y cosmetólogos.
Otro es el caso del peeling intermedio, que exfolia hasta la dermis papilar, mientras que el profundo renueva parte de la dermis y llega hasta la capa reticular. En ambos casos, se utilizan sustancias químicas o procedimientos físicos. Después de la colocación de ácidos o el uso de láseres, la piel quedará eritematosa, es decir, algo colorada, como si hubiese estado bajo el sol. Luego de unos días, comenzará la descamación y, con ella, la regeneración de las capas más profundas, obteniendo así un aspecto más saludable, suave y brillante. Ambos peelings se aconsejan para manchas muy pigmentadas y arraigadas, para mejorar las cicatrices y el acné, y atenuar arrugas. El uso de pantallas solares es esencial dado que, al regenerar capas intermedias y profundas, el sol puede dañarlas y dejar manchas difíciles de combatir. Estos dos peelings deben ser realizados por médicos dermatólogos. Su tiempo de recuperación varía entre una semana y un mes.
Contraindicaciones
A estas prácticas no pueden someterse embarazadas o mujeres en lactancia. Tampoco, quienes presenten un cuadro de herpes, algún tipo de dermatitis o posean antecedentes alérgicos. Las personas de tez morena tienen mayor predisposición a la pigmentación secundaria y a la inflamación.
Fuentes consultadas: equipo del doctor Fernando Stengel, Dra. María Lapadula (Cemic-Buenos Aires Skin); Doctor Ezequiel Chouela; doctora Maite Moisterin, Servicio de Dermatología del Hospital Fernández.
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