Los tacos de más de 4 cm son responsables de problemas en los pies y en la columna, aunque nada los detiene en la moda. Consejos para usarlos sin riesgos.
Más de una vez me he subido a un tacazo y he vuelto descalza a casa”, cuenta la ex modelo y actual conductora Evelyn Sheidl, que fue parte de la empresa familiar Botticelli, una de las mejores zapaterías con que contó Buenos Aires. De ahí que ahora use tacos muy altos sólo en ocasiones especiales, “y con extremo cuidado”. Una precaución que Karina Rabolini pareciera no necesitar: “Es increíble, está arriba de 15 cm las 24 horas del día”, observa Scheidl.
Esa habilidad tendría sus razones: “Me quebré los talones en un accidente, uno sanó y al otro me lo tuve que operar, a partir de lo cual no lo flexiono con soltura. Por eso, al usar stilettos puedo inmovilizar el pie y contrarrestar el dolor”, explica la empresaria.
Según Ricky Sarkany, “pasados los 10 cm, un zapato no puede existir sin plataforma, aunque esté oculta”. Los tacos más altos que creó fueron de 18 cm, “un arma mortal”, no tantos en comparación con los “armadillos” de McQueen, que pasaron los 30 cm, cerca de los 31 cm de los zapatos promocionados el año último como “los más altos del mundo”, del arquitecto rumano Mihai Albu.
Todo muy up, pero la realidad es que, como dice Sarkany y comparte Josefina Vissani, de Paruolo, la altura de los zapatos tiene un límite, “si más allá de lo estético se contempla lo ergonómico”.
Riesgos reales
“El calzado de taco superior a 4 centímetros provoca un desbalance en el apoyo del pie y hace que la región metatarsiana se sobrecargue de apoyo y no pueda cumplir su función habitual, que es el despegue del pie. Esto inestabiliza los tobillos y puede llevar a una distensión en los ligamentos”, explica el doctor Hernán del Sel, titular de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología. María Clara Baña, del Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Británico, asegura que reciben alrededor de 90 consultas mensuales: “El 25% tiene a los tacos altos como únicos responsables. “El uso por largos períodos de zapatos con taco mayor a 6 cm puede predisponer el sufrimiento de los discos lumbares”.
Lo que se recomienda es no llevar zapatos de 10 cm en adelante por más de dos horas. Para prevenir daños, el taco resistente y de madera ayudará a que el pie tenga un apoyo firme.
Y mal que nos pese, el peor enemigo es el taco aguja, que provoca inestabilidad y pérdida del equilibrio. En materiales, los más adecuados son la cabritilla y el beceno, cueros suaves y de calidad. El cuero badana es lo mejor para la terminación interior porque protege la piel. No se recomiendan los cueros ecológicos, en los que el pie no respira.
Los zapatos con punta conviene comprarlos un número mayor (cuanto más redondeada, mejor), al igual que cuando no se consigue el medio punto.
Sobre los juanetes o dedos martillo, se previenen eludiendo el uso de zapatos altos en forma habitual. También conviene obviar las puntas pronunciadas, que enciman los dedos y generan el efecto martillo. Los que ajustan producen juanetes, que se evitarán evitando usarlos o con diseños de bordes acolchados y suela antideslizante.
Factores que ayudan
Una buena musculatura en las piernas, lumbares y espinales evitará caídas o torceduras. Asimismo, no hay que recorrer grandes distancias con tacos altos ni subir escaleras (predispone a lesiones en tobillos y rodillas). Si se los usa, evitar llevar encima carteras u objetos pesados.
Fuentes consultadas:
Luis Garaventa, técnico en calzados y plantillas, Ortopedia Alemana; Javier Leunda, traumatólogo del Hospital Británico y Futbolistas Argentinos Agremiados. Agradecimientos especiales: doctores Herminio Olivieri, jefe de Cirugía de Pie y Tobillo, Jorge Gelosi, jefe de Cirugía de Columna, del Hospital Británico, y Pablo Ayala, de Medicus.
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