Enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte entre las mujeres. Las estadísticas indican que las patologías relacionadas con el corazón provocan más víctimas que el cáncer, la malaria, el sida y la tuberculosis juntas. En nuestro país, de cada cien mil habitantes, 250 por año mueren por esta causa. Sin embargo, el 60% de las argentinas considera que no corre riesgos de sufrir un evento cardiovascular. Concientizar y lograr cambios de hábitos es el objetivo de la campaña Cuidá tu Corazón, una iniciativa de la agencia Ogilvy con el aval de la Fundación Favaloro y la solidaridad del mundo de la moda.
Realizado en satén y con un touch años ‘20, el diseño de Laurencio Adot supone un drapeado que parte del corazón hacia el lateral y termina en un lazo con tul en la espalda: “Quería que mi vestido fuera un llamado de atención para que las mujeres cuiden su corazón, símbolo de la salud, la solidaridad y el amor”, dice.
Cada minuto, dieciséis mujeres mueren en el mundo por ataques cardíacos. Desde hace tiempo las estadísticas señalan que no es el cáncer sino las enfermedades cardiovasculares la principal causa de muerte en la población femenina de todo el planeta. Una triste tendencia de la que nuestro país no está exento. Aquí, según datos de la Fundación Favaloro, por cada cien mil habitantes mueren 250 por año debido a esta causa. El 40% son mujeres. Sin embargo, un estudio realizado en todo el país por TNS Gallup acaba de revelar que casi un 60% de las argentinas considera que no corre riesgos de sufrir un evento cardiovascular. La falta de autopercepción del riesgo cardíaco –que llega a un 75% en mujeres de entre 18 y 24 años y se reduce al 38% en mujeres mayores de 65–, es una dimensión fundamental a la hora de adoptar conductas preventivas, concluye TNS Gallup. El informe de la consultora fue presentado esta semana y coincide con el nuevo lanzamiento de Cuidá tu Corazón, la campaña que desde 2009 lleva adelante la agencia Ogilvy de Argentina en apoyo a la Fundación Favaloro. “Este trabajo reveló que a pesar de tener información, la mayoría de las mujeres de diferentes estratos sociales todavía no son lo suficientemente conscientes de que pueden sufrir un evento cardiovascular. Esto es: no se perciben como sujetos vulnerables. Muchas, además, saben qué tienen que hacer para reducir los factores de riesgo, pero por diferentes motivos no cambian sus conductas”, explica Liliana Favaloro, médica cardióloga de la Fundación Favaloro. Para esta especialista, educación y difusión masivas son fundamentales a la hora de lograr que las mujeres se concienticen y cambien sus conductas. Ese es justamente el objetivo de Cuidá tu Corazón. La campaña, que se lleva a cabo en nuestro país desde hace tres años, es la versión local de The Heart Truth, una exitosa propuesta que nació en 2002 por iniciativa del Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre (National Heart, Lung and Blood Institute, NHLBI) de los Estados Unidos y la adhesión de varios sponsors de ese país. Uno de ellos fue el mundo de la moda. Fue en el marco de la Semana de la Moda de Nueva York que se presentó en sociedad la primera campaña, y la particularidad fue que instauró al vestido rojo como símbolo por excelencia del mensaje de alerta para las mujeres. En los Estados Unidos, el desfile del The Red Dress Collection convoca a reconocidísimas stars, que desfilan las creaciones de diseñadores número uno. Con este mismo espíritu desembarcó en la Argentina, que es el único país del mundo además de los Estados Unidos en el que se lleva a cabo este evento. El desfile del Vestido Rojo, que así se llama en nuestro país, es el que abre la colección primavera-verano del Buenos Aires Alta Moda (BAAM). En esta edición 2011 –que se llevará a cabo el 29 de agosto a las 18 horas y tendrá nuevamente a Andrea Frigerio como conductora–, a la clásica pasarela del Sheraton Hotel se subirán las creaciones de diseñadores top de la mano de reconocidas celebrities: Teté Coustarot llevará un diseño de Carlos Di Doménico; Laura Azcurra, uno de Verónica de la Canal; Ingrid Grudke, irá by Adriana Costantini; Carla Conte lucirá un Verónica Far; Millie Stegman con uno de Sathya; Fabiana Araujo irá enfundada en una creación de Iara; Mariana Arias, by Cardón; Coqui Ramírez, con un diseño de Claudio Cossano; Evelyn Sheild con uno de Fabián Kronenberg; Betiana Blum signé Gabriel Lage y Paula Kohan con uno de Darío Arbina. Al igual que en los Estados Unidos, el lema aquí también es “Al corazón no le importa cómo te vestís: las enfermedades cardíacas son la primera causa de muerte entre las mujeres”.
ALERTA ROJA. Hasta no muchas décadas atrás, las enfermedades del corazón eran patrimonio exclusivo de los hombres. Eran ellos y, en general, mayores de edad, los que ocupaban las salas de espera de cardiología. Que hubiese mujeres era toda una rareza. Sin embargo, el escenario se ha revertido con los años. Hace tiempo que las mujeres son las protagonistas excluyentes de los consultorios. Considerada actualmente por la OMS como la principal causa de mortalidad en el mundo (provoca 17 millones de muertes anuales), la patología cardiovascular (incluye la cardiopatía coronaria, la isquemia, angina de pecho, infarto agudo de miocardio, arritmias, enfermedades de las válvulas cardíacas, las cardiopatías congénitas y la trombosis) afecta mucho más a las mujeres que a los hombres. No sólo eso sino que además, frente a patologías similares, las mujeres presentan peores cuadros: tienen infartos masivos y, en el caso de tener hipertensión, enfrentan más riesgos de un accidente cerebrovascular (ACV) que un hombre de la misma edad. “Ante un infarto o un ACV, la mujer está más expuesta. En la cirugía puede tener más riesgos; si se recupera puede tener una recidiva o, directamente, morirse”, señala la médica cardióloga Laura Brandani, responsable del área de prevención Centro de Vida de la Fundación Favaloro. En el primer año después de un ataque cardíaco, las mujeres tienen una probabilidad de morir un 50% mayor que la de los hombres. Y en los primeros seis años después de un ataque tienen una probabilidad casi dos veces mayor de sufrir otro más. Esto como consecuencia de los factores de riesgo a los que estamos expuestas. Hay dos tipos de factores de riesgo: están, por un lado, aquellos que no pueden modificarse, como los antecedentes familiares; y, por el otro, los que obedecen a hábitos y conductas modificables. Los factores de riesgo modificables son responsables de casi el 80% de los casos de cardiopatías coronarias y enfermedades cerebrovasculares, según la OMS. A la obesidad, el colesterol y la hipertensión arterial, que son la puerta de ingreso a la enfermedad cardiovascular, hay que sumar la diabetes y el sedentarismo. La inactividad física, que según datos de la Fundación Favaloro afecta al 80% de la población global de Capital Federal, duplica el riesgo de muerte. El estrés y la depresión también son importantes. ”Hay suficiente evidencia que demuestra que el estrés actúa sobre la enfermedad cardiovascular. En los últimos treinta años, la mujer viene registrando una sobrecarga mayor que la del hombre: ha ingresado a un mercado laboral que le exige continuamente probar que es buena en lo que hace, sin dejar de lado las tareas del hogar, y eso representa una exigencia muy alta”, asegura el médico cardiólogo Daniel López Rosetti, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés (SAMES). “Tanto la ansiedad generalizada, el ataque de pánico, como la depresión, que son variables sintomáticas del estrés, son más frecuentes en la mujer que en el hombre. Hay estadísticas que indican que quienes toman más ansiolíticos son las mujeres, que pueden pasar años sin tener un diagnóstico certero de la depresión que acarrean”, dice. Está comprobado que en la mujer, la enfermedad cardiovascular se desarrolla gradualmente y que, en algunos casos, hasta puede manifestarse en la adolescencia. Por eso es un error pensar que son las mujeres en edad media (40 años), menopáusicas o premenopáusicas quienes tienen más probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares. “Desde hace tiempo que la patología aparece en mujeres cada vez más jóvenes”, confirma Brandani. Los especialistas apuntan aquí al cigarrillo y al alcohol, cuyo consumo en chicas de edades muy tempranas se ha incrementado notoriamente en los últimos años. Las estadísticas también señalan un preocupante aumento de la hipertensión en la población joven. Se calcula que para el año 2025 tendrán presión alta más 1.500 millones de personas (uno de cada tres mayores de 25 años), una cifra que potenciará el número de casos de enfermedades cardiovasculares cada vez más tempranas.
PASAR A LA ACCION. Es viernes 26 de agosto. Aún faltan tres días para la presentación de la colección del Vestido Rojo 2011, pero Héctor Vidal Rivas (62), obsesivo como es, está desde las 9 de la mañana supervisando las luces y los telones del salón San Isidro, del Hotel Sheraton. Allí, por tercer año consecutivo, celebrities de renombre se suben a la pasarela de la BAAM para mostrar las creaciones que una veintena de diseñadores top realizan en base al simbólico color rojo. “Tuve contacto con esta movida en un Fashion Week de Nueva York, años atrás. Inmediatamente tuve la certeza de que tenía que lograr que funcionara dentro de la estructura de la BAAM”, cuenta Vidal Rivas. Dice que fueron las características del evento y su mensaje los que lo movilizaron para lograr que The Heart Truth, el programa del NHLBI, hiciera pie en la Argentina. “Mi madre murió de un infarto a los 53 años. Cuando pasó, no había nada que comunicara cómo tenían que hacer las mujeres para cuidar su corazón”, dice Vidal Rivas quien, desde que hace tres años, trabaja en conjunto con la Fundación Favaloro, la agencia Ogilvy, los diseñadores locales y figuras de renombre para, desde su lugar, difundir la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Tanto Vidal Rivas como cada una de las patas involucradas en el evento Cuidá tu Corazón, son conscientes de que los objetivos a alcanzar son a largo plazo. Para Ogilvy, por caso, fue todo un desafío: desde el enfoque publicitario, una campaña de concientización social es, en cierta medida, la antítesis de una campaña tradicional que busca lograr efectos inmediatos en el tiempo. Sin embargo, estuvieron orgullosos de aceptar el desafío. “Nos sedujo poder trabajar en una plataforma a largo plazo, pero sabemos que no será fácil; mucho más si se tiene en cuenta la vida en las grandes ciudades, que no les da a las mujeres un respiro para ponerse a pensar que tienen que hacerse un chequeo”, reconoce Rafael Barbeito, CEO de la agencia. El objetivo de la campaña es lograr una conciencia preventiva; y esto, trabajando sobre el cambio de preconceptos y hábitos. Tanto de la comunidad médica como de la población femenina, dos sectores fundamentales donde aún se sigue subestimando el problema. “Todavía hace falta mayor conciencia en algunos profesionales de la salud”, reconoce López Rosetti. Esto, según Liliana Favaloro, obedece a que “en el pasado, los médicos no se ocupaban de la mujer y minimizaban los síntomas que ellas relataban en el consultorio. Sin embargo, como profesionales de la salud, todos los médicos tendrían que hacer prevención. Es un camino que cuesta; pero, a la larga, es más barato que tener un infarto después”. López Rosetti admite que, en un punto, la medicina ha sido machista: “Las descripciones de la sintomatología de infarto agudo de miocardio que hacían los libros clásicos de medicina –dolor intenso, opresivo y sostenido, detrás del esternón, que se irradia al dorso o espalda, y puede ir acompañado de mareos y transpiración– no corresponde a la sintomatología del infarto agudo de miocardio en la mujer, que presenta síntomas más solapados y mínimos”, dice López Rosetti y enumera el cansancio extremo, el agotamiento psicofísico (“no aguanto más, pero sigo adelante”), ahogo, falta de aire, sensación de palpitaciones, taquicardia, dificultad al comer y un dolor inespecífico en el tórax. Pero mientras a la medicina llegue un nuevo paradigma (uno que vaya del subdiagnóstico al diagnóstico correcto), quienes promueven Cuidá tu Corazón alientan a que quienes demos el primer paso seamos las mujeres, que todavía no reconocemos la amenaza cardíaca como propia. Según los datos que obtuvo TNS Gallup para Ogilvy, más del 58% de las argentinas no tiene suficiente conciencia del riesgo. “No creo que esté corriendo peligro”, fue la frase más utilizada. Al analizar los grupos según edad, la encuestadora encontró que en la población de mujeres de entre 18 y 24 años esta autopercepción sube al 75%; mientras que en mujeres mayores de 65 años, el guarismo se reduce al 38%. Además de ratificar que el 51% de las argentinas manifiesta estar desinformada sobre el tema (una tendencia que la encuestadora ya había marcado en un trabajo realizado en 2010, donde las argentinas señalaban que creían que era el cáncer la principal causa de muerte), TNS Gallup observa que a la hora de adoptar comportamientos saludables existe “una falta de disposición por parte de las argentinas”. Mientras el 49% no está de acuerdo con cambiar su estilo de vida, el 43% cree que las obligaciones familiares le impiden llevar a cabo acciones preventivas. “Cuando hay maridos e hijos de por medio, la mujer siempre se coloca última en la lista de prioridades”, analiza Favaloro. Y agrega: “Aquella parte de la población femenina que sabe que el corazón es su enemigo número uno, suele no hacer nada. Si bien conocen los factores de riesgo –que tienen que dejar de fumar, hacer más actividad física, comer más balanceado o controlarse la presión–, todavía no los asumen como propios. Cuando lo hacen, muchas veces es tarde y la patología está avanzada”. Por suerte, la experiencia de The Heart Truth en los Estados Unidos es el mejor ejemplo de que las campañas preventivas funcionan y logran revertir escenarios desfavorables. En 1997, sólo el 16% de las mujeres era consciente de que la enfermedad cardíaca era la principal causa de muerte. Después de repetir la campaña año a año, un trabajo que Diet Coke llevó a cabo en nombre de The Heart Truth reveló en 2009 que la cifra había trepado al 69%. Recién después de más de nueve años de campaña activa, las mujeres norteamericanas reconocen a la enfermedad cardiovascular como su asesino número uno. “Llevó años revertir la conducta de las norteamericanas. Hoy, gracias a programas de educación, de la toma de conciencia de las diferentes sociedades médicas y de la preocupación de mujeres jóvenes, la realidad es otra”, concluye Liliana Favaloro, con el deseo de que las argentinas escuchemos con atención los latidos de nuestro corazón.
TIPS PARA PREVENIR
Se calcula que las mujeres pueden reducir en un 82% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares con sólo adoptar conductas saludables:
Hacé una dieta equilibrada: un plan de comidas sanas debe incluir fibras. No te excedas con los fiambres y alimentos que contengan grasa animal. Ingerí alcohol con moderación.
Hacete un chequeo anual que incluya, como mínimo, radiografía de tórax, prueba de esfuerzo y un electrocardiograma.
Controlá tu presión arterial: la hipertensión sostenida aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiológicas, derrames cerebrales, insuficiencia coronaria, angina de pecho, arritmias y trombosis. La presión alta se puede reducir, entre otras cosas, con una dieta con bajo consumo de sal o con medicación, según el caso.
Chequéa el colesterol: el exceso de grasas y colesterol en sangre se deposita en las venas que llevan sangre al corazón y puede causar obstrucciones. Quienes tienen niveles de colesterol de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que quienes tienen 200. Por eso, pedile a tu médico que controle tus niveles de LDL, HDL y triglicéridos.
No evites la balanza: el sobrepeso y la obesidad, dos tendencias en aumento a nivel global, incrementan los riesgos de sufrir enfermedades cardiológicas, entre muchas otras. Pedile a tu médico que controle tu índice de masa corporal (IMC).
Hacé actividad física: según datos de la OMS, aproximadamente dos tercios de la población mundial no practica actividad física suficiente. Las personas sedentarias tienen más riesgo de tener hipertensión y de sufrir arterioesclerosis. Aquellas de intensidad moderada son las más recomendadas: caminá entre 30 y 45 minutos diarios cinco veces por semana, o andá en bicicleta.
Evitá el cigarrillo: si lo dejás, reducirás la tasa de preinfarto y muerte súbita en un 20-50%.
Fuente: Fundación Favaloro.
Textos: M. F. Sanguinetti. Producción: M. Raffaelli. Fotos: C. Martinez. / N. Fernández / J. Bruzza y Gentileza Ogilvy Argentina.
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