Aunque bastante menos conocido y mucho menos frecuente, existe otro tipo de cáncer de pecho (la enfermedad de Paget) contra el que también es importante estar prevenidas. Puede iniciarse con un pequeño eczema en el pezón o en la areola, acompañado de picazón. Aquí, todas las claves para que puedas cuidarte.
Señales para tener en cuenta
Durante la primera etapa de la enfermedad, se produce una lesión dérmica de tipo eczematoso, muchas veces acompañada por prurito o úlcera", precisa el especialista. "Pero es necesario aclarar que durante la lactancia es normal que aparezca prurito y lesión dérmica. Eso no significa que se padezca este tipo inusual de cáncer. En realidad, si una mujer cumple con los exámenes mamarios de rutina y se hace una mamografía, la enfermedad podrá ser reconocida a tiempo, porque cuando aparezca una lesión en la areola o el pezón, el especialista (ginecólogo o mastólogo) la va a descubrir", explica el Dr. Itala. La enfermedad de Paget (su nombre se debe a James Paget, el científico que la describió por primera vez) tiene un curso evolutivo lento y "es importante tener en cuenta que la manifestación sola del prurito no es un síntoma: tiene que estar acompañada por una lesión dérmica", insiste Itala, en cuyo caso se indicará una biopsia . "Con el bisturí se tomará piel del sitio más sospechoso de la lesión y luego el patólogo estudiará la presencia o no de células de Paget. Este estudio es ambulatorio y se puede hacer con anestesia local", precisa.
No al miedo, sí al control
Según los expertos, esta afección generalmente tiene mayor incidencia en mujeres de entre 40 y 50 años. "El cáncer de mama es hereditario. Pero la enfermedad de Paget-aunque se comporte de la misma manera que el cáncer de mama- no", explica Itala. Advierte, sin embargo, que los tumores malignos que -como estos- aparecen en la parte central de la mama, siempre tienen peor pronóstico que los que se manifiestan en los cuadrantes externos. "En esta enfermedad el tumor aparece en la región central, debajo de la areola, y actúa como un auténtico carcinoma de mama. Por eso es tan importante detectar esta enfermedad en su primera etapa, cuando está localizada solamente en el pezón. Es entonces cuando tiene mejor pronóstico de curación". Y aquí la autoobservación juega un rol fundamental, ya que la mamografía revelará la aparición de un tumor recién en la segunda etapa de la enfermedad. "En este caso, el examen físico tiene más importancia que la mamografía", recalca el mastólogo. Y agrega: "Una vez detectada la enfermedad, si sólo está establecida en el pezón, se puede hacer un tratamiento conservador de extirpación y posterior cirugía reparadora. Si por el contrario la afección está en la segunda etapa, según el caso, se extirparán también la mama y los ganglios".
Texto: Daniela Fajardo. Fotos: Claudia Martínez y Archivo Atlántida
G
racias a la innumerable cantidad de campañas de concientización que se han hecho sobre el tema, hoy cualquier mujer conoce la importancia de hacerse el autoexamen de mamas para detectar precozmente la existencia de "bultitos". Y también que, a partir de los 40, es fundamental realizarse al menos una mamografía por año. Sin embargo, pocas saben que la aparición de prurito en el pezón, junto con el enrojecimiento o bien una lesión en la zona, también pueden constituir una señal de alarma. La razón: así se manifiesta el primer síntoma de un tipo inusual de cáncer de mama llamado enfermedad de Paget. Pero Elena M., como tantas otras, ni siquiera había escuchado ese nombre cuando notó que algo no estaba bien. "Tenía una erupción bastante molesta en el pezón izquierdo. Algunas veces me picaba y hasta me dolía. Fui al dermatólogo y me dio varias cremas, pero no sentía ningún alivio. Y, desde ya, nadie me dijo que eso podía ser canceroso. Incluso creo que son muy pocas las mujeres que saben que una lesión o erupción en el pezón o la areola puede terminar en un cáncer de mama". Precisamente, uno de los grandes problemas con la enfermedad de Paget es que sus síntomas no parecen ser tales. Se los confunde con una inflamación o infección de la piel, retardando así la detección y el tratamiento. El Dr. Jorge Itala, presidente de la Sociedad Argentina de Mastología y jefe de la Sección de Patología Mamaria de la Cátedra de Ginecología del Hospital de Clínicas, asegura: "No hay que alarmarse porque es una enfermedad muy poco frecuente, con una incidencia del 1 al 3% de los casos de mujeres con cáncer de mama. Pero sí es importante conocer sus síntomas para no demorar el diagnóstico". De acuerdo con el experto, la enfermedad se presenta en dos etapas. En la primera aparece la lesión dérmica, comprometiendo la piel del pezón, de la areola y parte de los conductos. En la segunda, pasado un tiempo, las células llamadas de Paget (que son las que provocan la lesión dérmica) se propagan al interior del pecho a través de los conductos y originan el tumor.Señales para tener en cuenta
Durante la primera etapa de la enfermedad, se produce una lesión dérmica de tipo eczematoso, muchas veces acompañada por prurito o úlcera", precisa el especialista. "Pero es necesario aclarar que durante la lactancia es normal que aparezca prurito y lesión dérmica. Eso no significa que se padezca este tipo inusual de cáncer. En realidad, si una mujer cumple con los exámenes mamarios de rutina y se hace una mamografía, la enfermedad podrá ser reconocida a tiempo, porque cuando aparezca una lesión en la areola o el pezón, el especialista (ginecólogo o mastólogo) la va a descubrir", explica el Dr. Itala. La enfermedad de Paget (su nombre se debe a James Paget, el científico que la describió por primera vez) tiene un curso evolutivo lento y "es importante tener en cuenta que la manifestación sola del prurito no es un síntoma: tiene que estar acompañada por una lesión dérmica", insiste Itala, en cuyo caso se indicará una biopsia . "Con el bisturí se tomará piel del sitio más sospechoso de la lesión y luego el patólogo estudiará la presencia o no de células de Paget. Este estudio es ambulatorio y se puede hacer con anestesia local", precisa.
No al miedo, sí al control
Según los expertos, esta afección generalmente tiene mayor incidencia en mujeres de entre 40 y 50 años. "El cáncer de mama es hereditario. Pero la enfermedad de Paget-aunque se comporte de la misma manera que el cáncer de mama- no", explica Itala. Advierte, sin embargo, que los tumores malignos que -como estos- aparecen en la parte central de la mama, siempre tienen peor pronóstico que los que se manifiestan en los cuadrantes externos. "En esta enfermedad el tumor aparece en la región central, debajo de la areola, y actúa como un auténtico carcinoma de mama. Por eso es tan importante detectar esta enfermedad en su primera etapa, cuando está localizada solamente en el pezón. Es entonces cuando tiene mejor pronóstico de curación". Y aquí la autoobservación juega un rol fundamental, ya que la mamografía revelará la aparición de un tumor recién en la segunda etapa de la enfermedad. "En este caso, el examen físico tiene más importancia que la mamografía", recalca el mastólogo. Y agrega: "Una vez detectada la enfermedad, si sólo está establecida en el pezón, se puede hacer un tratamiento conservador de extirpación y posterior cirugía reparadora. Si por el contrario la afección está en la segunda etapa, según el caso, se extirparán también la mama y los ganglios".
Texto: Daniela Fajardo. Fotos: Claudia Martínez y Archivo Atlántida
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