Empezó accidentalmente en el mundo de la moda a los 33 años. Hasta entonces, había estado trabajando en Nueva York en una agencia de publicidad. Un buen día decidió dejar los anuncios por las brochas, los pintalabios, las sombras de ojos y los perfiladores. Ahora, a sus 44 años, es conocido como el “maquillador de los maquilladores”. Madonna o Justin Timberlake son sólo algunos de los rostros que ha modelado este dominicano, habitual de las pasarelas de moda y conocido mediáticamente por haber trabajado en Operación Triunfo España.

¿Cómo se marcan las tendencias en el mundo de la cosmética?

Las tendencias vienen marcadas por las grandes firmas, aunque bien es cierto que son las situaciones sociales las que determinan lo que se lleva y lo que no. Ahora, de hecho, la moda es menos dictatorial y se ofrece un amplio abanico de posibilidades.

¿Se abusa del maquillaje?

Menos de lo que yo querría. La mujer es bastante discreta, porque tiene mucho sentido del ridículo. Pero yo siempre digo es que bueno ponerse lo que uno quiera en cantidades industriales. Además el maquillaje protege mucho la piel.

¿Se nota la crisis en el mundo de la estética facial?

Cuando se trata de juerga la gente se apaña como puede. Normalmente en este sector no se escatima. A la gente le cuesta adaptarse pero cuando la persona da con un maquillaje suele ser fiel al mismo, sea de la marca que sea y cueste lo que cueste.

¿A qué edad debería empezar a maquillarse una persona?

Aunque esto es una opción personal, lo aconsejable es entre los 15 y los 25 años ya que la piel, a esas edades, está completamente preparada para que se juegue con ella. Pero las tonalidades deben de irse aclarando con la edad para tener un aspecto más joven y radiante.

Los hombres también se maquillan, ¿no es así?

Sí. Y cada vez más. Antes siempre se asociaba el maquillaje al mundo de la belleza femenina pero la estética masculina está cambiando y los hombres ya se preocupan mucho por arreglarse y llenarse de trucos, aunque no todos.

¿A quién le gustaría maquillar?

Me haría ilusión modelar el rostro de Mónica Bellucci, pero no soy un gran mitómano. Me gusta más maquillar a personas anónimas que, al fin y al cabo, aprecian mi trabajo más que las grandes estrellas.

¿Cómo se dan los “toques mágicos”?

Primero siendo consciente de la estructura facial de la persona y a partir de ahí todo es muy fácil. El mejor toque mágico es sentirse a gusto consigo mismo. Al fin y al cabo, el maquillaje genera felicidad.

Para finalizar, un truco sencillo…

Maquilla tus pestañas para destacar tu mirada.