martes, 6 de septiembre de 2011

Mucho más que la imagen en el espejo

Con técnicas de automaquillaje y consejos prácticos sobre el uso de accesorios, un taller busca fortalecer la autoestima de las mujeres con cáncer, ayudándolas a mejorar su imagen para llevar adelante el tratamiento con mayor confianza. Se trata del programa de responsabilidad social de la Cámara Argentina de la Industria de Cosmética y Perfumería y es gratis.







Una decena de espejos redondos esperan ser mirados por la misma cantidad de mujeres. Ellas ya están por llegar. Ellos están prolijamente ubicados sobre una mesa amplia para ser testigos de la transformación. Ellas están bajo tratamiento oncológico y asisten a este encuentro para recibir asesoramiento estético: “Luzca Bien… Siéntase Mejor” es el programa de responsabilidad social de la Cámara Argentina de la Industria de Cosmética y Perfumería, cuyo objetivo es fortalecer la autoestima de mujeres con cáncer, ayudándolas a mejorar su imagen para llevar adelante el tratamiento con mayor confianza.
Damas de distintas edades llegan a la cita y aguardan en silencio en el hall de entrada. “Hasta ayer no hubiera podido venir. Hoy fue el primer día que me sentí mejor”, comenta Queli, quien tuvo su primera sesión de quimioterapia hace exactamente una semana, después de dos operaciones y a un mes de conocer su diagnóstico. Es artista plástica y es la única que fue acompañada.
Pasan a la sala y cada una se adueña de un espejo y un bolso que contiene todo lo necesario para automaquillarse, objetivo de la primera parte del encuentro. “Aunque a veces no tengan ganas o estén depre, recuerden que ponernos color en la cara nos cambia un montón. Se van a ver distintas y también las van a ver distintas”, dice la maquilladora Noelia Aybar, una de las 40 voluntarias que prestan su tiempo para dar los talleres y hacer actividades de difusión en Buenos Aires y en el interior del país.
“Salen distintas. A los cinco minutos tienen otra expresión en la cara y el brillo en sus ojos es otro”, advierte María Inés Siroit, coordinadora argentina de este programa, que nació en Estados Unidos en 1989 y se extendió a otros países, como Chile, Uruguay, Colombia y Argentina –donde se realiza desde el año 2000-. “No es un grupo de autoayuda, la idea es hacer un encuentro con una mirada femenina apuntando a verse bien”, explica. En nuestro país, dos veces por mes se realizan encuentros en la sede de la Cámara en Capital Federal (Paraguay 1857) y, además, en hospitales públicos y privados de todo el país. Entre 2009 y 2010, alrededor de 3.500 mujeres pasaron por el programa argentino. Para este año, estiman que concurrirán cerca de 2.100.
Sacan los productos del bolsito y comienzan a probar. Si bien al principio no parecen muy a gusto, pasan los minutos y sus rostros cambian: el maquillaje hace efecto y en cada espejo se evidencia la transformación. “Tendríamos que haber sacado una foto antes y otra ahora, todas maquilladas”, se lamenta entre risas una de las asistentes. Más relajadas, algunas cuentan sus vivencias y comentan sus inquietudes. “¿Qué hago cuando me quede sin cejas?”, pregunta una de las chicas más jóvenes del grupo, de unos 35 años. “¿Me conviene usar delineador o sombra?”, consulta. Las demás le dicen que quizás no va a pasarle, pero ella comenta que el médico se lo advirtió. Varias dicen lo mismo y el bullicio de voces femeninas se empieza a hacer notar.
“Me dijo que a los 10 días de la primera quimio se me va a caer el pelo”, dice una mujer, casi inaugurando la segunda parte del encuentro, dedicada al uso de accesorios. Nora Henrich, dueña de Qydarte (un emprendimiento que ofrece diferentes opciones para adornar la cabeza), se hará cargo de la coordinación de este segmento en el que los protagonistas serán las pelucas, los pañuelos, los gorros y la bijouterie. Un par de mujeres ofician de modelos para que toda clase de colores y formas pasen por sus cabezas. “No intenten tapar la enfermedad, intenten verse mejor”, resume Nora entre consejos y tips prácticos.
El programa “Luzca Bien… Siéntase Mejor” se mantiene gracias a la colaboración de profesionales y a las donaciones de las empresas, ya que la asistencia es gratuita. Si bien hay folletos y carteles en los principales hospitales y otros lugares clave, el principal medio de difusión que detectan los organizadores es el “boca a boca”. “A veces son los médicos los que les sugieren esta opción y, muchas otras, son las enfermeras las que les recomiendan venir”.
Rosana conoció el taller en el grupo terapéutico “Apostar a la vida” del Hospital Ramos Mejía, al que asiste desde que le diagnosticaron la enfermedad hace seis meses. “Jamás en mi vida me maquillé, jamás le presté atención a nada y es movilizante que, en este tránsito de un tratamiento de quimioterapia, atienda las cuestiones de estética. Para mí fue una experiencia nueva que implica una nueva mirada sobre mí”, dice después de percibir su propia transformación.
¿Te interesa participar? Conocé cuándo se dictarán los próximos talleres y más novedades en el sitio web del programa.

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