miércoles, 19 de octubre de 2011

Siga, siga el baile

Salsa

Ayuda a cuidar y mantener el cuerpo, quema calorías, otorga flexibilidad y amplía la capacidad pulmonar. Es fácil y divertido. ¿No habías pensado en la Salsa, como ejercicio físico?

A todo ritmo
El término Salsa se refiere a un estilo musical procedente de Cuba, Puerto Rico o del Caribe hispano, cuyo centro de producción y distribución principal es la ciudad de Nueva York. Esencialmente es una amalgama de tradiciones musicales afro-caribeñas centradas alrededor del son cubano.
Aburrida del gimnasio? ¿Pensaste en ponerte a bailar? Sí, señorita. Si querés cambiar de actividad, tené en cuenta que la danza es –además de un completísimo ejercicio que te ayuda a cuidar y mantener el cuerpo– una alternativa divertida que te pone en contacto con tus sensaciones. Y que más fiel ejemplo a esta teoría que la Salsa, un ritmo que se impone cada vez con más fuerza en todo el mundo y que no tiene requisitos: es apto para cualquier sexo, edad y gusto. “Como actividad física, puede ser una buena opción para quienes no logran constancia con los ejercicios o no quieren hacer algo demasiado exigente con el cuerpo. Además, es desestresante, divertido y permite conocer gente nueva de una manera diferente”, explica el profesor en la materia Ricardo Plotino y cuenta que “como baile, es uno de los ritmos más fascinantes, por la cantidad de pasos y complicaciones que se pueden aprender”. Entonces... ¿qué esperás? ¡A bailar se ha dicho!
MIX DE ESTILOS. El diccionario de la Real Academia define “salsa” como una composición o mezcla de varias sustancias comestibles desleídas, que se hace para aderezar o condimentar la comida. ¡Nada más cierto! Pues esto constituye la Salsa: una mezcla y fusión de distintos géneros de la música cubana, principalmente el Son, la Rumba y el Danzón, con elementos de otros géneros del Caribe como la Bomba, la Plena, la Cumbia y géneros latinoamericanos como la Samba y el Tango.

La verdad, es que hay controversias acerca de donde se originó este baile: en Cuba, Puerto Rico o en otra parte del Caribe, pero donde quiera que haya sido, hoy vibra en todo el mundo y cada vez gana más adeptos. ¿Y cómo es una clase de salsa? Ricardo Plotino es quien nos adentra en el tema: “en general hay un profesor o una pareja que dirige la clase, se bailan uno o dos temas de Salsa con pasos básicos para precalentar y aflojarse. Luego se puede combinar con otro ritmo (mambo, cha cha cha, merengue o bachata) y enseñar alguna variación o complicación en los pasos que se repiten varias veces para que a todos les salgan. En esta parte, si en la clase se mezclan principiantes, intermedios y avanzados, luego se separan para hacer un trabajo diferenciado por nivel, con un profesor o una pareja cada grupo”.
DE A DOS. Después se pasa al trabajo en parejas, donde se enseñan figuras -vueltas y combinaciones de ellas- o trucos, que se utilizan en el baile de a dos. “Se explican lentamente y se repiten una y otra vez para que se entiendan de principio a fin, se pueden mostrar en silencio y luego con música, que es cuando los profesores corrigen tiempo y estilo de los pasos”, dice Plotino. Además, el profesor agrega que “las variaciones de las figuras o cantidad de ellas por clase depende de la dificultad de las mismas, teniendo en cuenta que las clases para principiantes hacen mayor hincapié en la repetición de los pasos básicos y cuestiones como la postura del cuerpo y aprender a ´escuchar´ la música”. Cuando se termina la clase, el último tramo sirve para practicar lo aprendido, con música y pudiendo consultar dudas a los profesores. En algunos lugares, después de las clases, se quedan todos a bailar. ¿Buenísimo, no? Amalgamar diversión y ejercicio en una sola vez. Es posible. Y lo mejor, es que es rápido de aprender. “No hay un tiempo determinado para aprender a bailar, ni los mejores bailarines llegan a saberlo todo. Sí se puede decir que luego de unas pocas clases se adquiere un conocimiento de los pasos básicos y las posturas que permiten comenzar a bailar con mayor soltura y dedicarse con mayor atención a las figuras o trucos en pareja que son tan vistosos”, dispara Plotino

A BAILAR MI AMOR. Las clases son para todo público, desde niños hasta gente de la tercera edad. “Es frecuente ver edades muy variadas en las clases de academias de baile o gimnasios. Incluso en los boliches del ambiente salsero hay una mezcla muy curiosa y a la vez agradable entre gente joven y no tan joven. Para bailar salsa y ritmos latinos no hay límites de edad ni de contextura física, cualquiera puede hacerlo”, dice el profesor.
¿Beneficios... te estabas preguntando? El baile de cualquier ritmo musical pone el cuerpo entero en movimiento, por lo que el trabajo principal que se efectúa al bailar es aeróbico. Plotino señala que “con la práctica y la constancia se obtiene una mayor resistencia, se amplía la capacidad pulmonar y se queman grasas, ganando en flexibilidad y soltura en los movimientos”. Lo único esencial ahora, es animarse por lo menos a presenciar una clase sin participar, ver cómo se trabaja y lo divertido qué es. Luego... tomá tu propia decisión.
A mucha gente la salsa le ha cambiado el estilo de vida, volviéndolos ´adictos´ a una movida que no es sólo una moda. Si decidís finalmente empezar a practicar salsa, no hace falta que vayas con pareja, en todos lados enseguida se encuentra un compañero de baile bien dispuesto”, lo dijo el profe, que de esto algo sabe. ; )

ALGUNOS LUGARES DÓNDE APRENDER
Azúcar Belgrano: av. Cabildo 2040. TEL: 4780-2447
Azúcar Abasto: av. Corrientes 3330. TEL: 4865-3103
Azúcar Almagro: av. Corrientes 4147. TEL 3964-8094
La Salsera: Yatay 961. TEL: 4866-1829. E-mail: info@lasalsera.com
Cuba Mia: Salta 508. TEL: 4382-1465- E-mail: info@restaurantecubamia.com.ar
Orlando Arias: Escuela de Salsa & Mabo. Web: http://www.orlandoarias.com.ar/
Sudaca: Sarmiento 1752. TEL: 4189-2476. Web: http://www.sudacadisco.com.ar/
Oye Chico: Montevideo 310, Paseo La Plaza. TEL. 5252-3339. Web: http://www.oyechico.com.ar/



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