Tom Pecheux creció en una granja al norte de Francia. Cuando tenía 18 años de edad, decidió irse a París; su primera intención era iniciar una carrera como chef de repostería, pero encontró en el mundo del color la forma perfecta para canalizar su talento.Hoy, a más de 30 años distancia, es el director creativo de Maquillaje de Estée Lauder, su llegada representó para la firma una renovación total en cuanto a sus colores, texturas y, en general, su propuesta de belleza.
“Mi intención ha sido inyectar moda, fantasía, travesuras y un espíritu joven en la marca”, declaró el francés.
Cuando se le pregunta sobre la manera en que desarrolla los nuevos productos de belleza, responde: “Crear color es un proceso creativo que fluye y se asemeja mucho a editar; el resultado es algo muy preciado para mí. El producto final siempre será la fusión perfecta entre la moda, la belleza y mi propio deseo.
“En mi opinión, hay una brecha entre la vida real y la moda. En la segunda, utilizamos jóvenes y las hacemos lucir mayores; en cambio, en la vida real, generalmente, se trata de personas que desean lucir más jóvenes.
“De acuerdo a mi experiencia, los tonos mate te hacen lucir adulto; los brillantes, que muchas mujeres adoran, te hacen ver más joven, como una niña bonita”, ha señalado Tom, quien llegó a Estée Lauder en octubre del 2009.
Para Tom, las reglas del maquillaje se hicieron para romperse; sostiene que cada mujer debe utilizar el color que le guste y con el que se sienta segura, sin importar su tono de piel; por ello, desde su llegada a la firma estadounidense ha creado paletas de maquillaje para todas, que incluyen los tonos exactos para combinar, matizar o usar en solitario.
Destinado para triunfar
Pecheux comenzó su carrera como asistente de la legendaria maquilladora Linda Cantello, pero fue a través de su cercana relación creativa con el fotógrafo peruano Mario Testino y Carine Roitfeld (ex editora de la versión francesa de Vogue) que, a principios de los 90, se estableció como un maquillista destacado.
Trabajó para reconocidas campañas publicitarias, como para la nueva y revitalizada House of Burberry y, posteriormente, para Gucci; poco después, se incorporó como director creativo de Shiseido, sustituyendo a Serge Lutens.
Su trabajo en las pasarelas es muy celebrado; ha colaborado para las marcas líderes en la moda como Prada, Yves Saint Laurent, Ralph Lauren, Givenchy, Balmain, Marni, Max Mara y Jean-Paul Gaultier, entre otros.
Además, hace contribuciones regulares para las revistas más influyentes en el mundo del glamour; en especial, con Vogue (ediciones de Italia, París y Estados Unidos) y Vanity Fair.
También ha creado memorables campañas publicitarias para firmas como Yves Saint Laurent, Givenchy, Balmain, Burberry, Gucci, Dolce & Galbana, Michael Kors y Versace, entre otras.
Su propuesta de belleza y feminidad es bastante conocida: poderosa y cargada de sensualidad, pero vulnerable.
Altamente reconocido como consultor creativo, cree que el maquillaje debe de halagar en lugar de esconder o adornar. Tom ha elegido no enmascarar el rostro con un producto, sino enfatizar los ojos o los labios por medio un juego de colores que combine la desnudez de la piel con la audacia de ciertos tonos.
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