Todas tenemos noches así en algún momento: bien sea por un ataque repentino de insomnio, estrés, por algo que nos preocupa, porque el bebé no ha parado de llorar o porque nos cayó mal la comida, el caso es que no hemos podido dormir.
Y claro, a la mañana siguiente cuando nos miramos al espejo ¡Oh, sorpresa! Ojeras, piel apagada, marcas de expresión y en general una cara que da ¡miedo! A ninguna nos gusta salir así a la calle, pero para eso se inventó el maquillaje: ¡¡¡para disimular!!!
Elimina tu mala cara en un abrir y cerrar de ojos. Para el cansancio y el sueño, recurre al café.
Si has dormido poco, posiblemente tu piel no se haya oxigenado lo suficiente. Utiliza una crema extra-hidratante para devolverle la vitalidad.
Seguramente tendrás ojeras (aunque no seas muy dada a ellas). Utiliza un corrector adecuado y acaba con los círculos oscuros bajo tus ojos.
Dale un toque de vitalidad a tu cara con un poco de color en las mejillas en tonos café o rosas.
Un poco de iluminación facil no te vendrá mal, consíguela con un iluminador, pero no la recargues mucho o hará que se te note más el cansancio.
Con una sencilla línea y un toque de máscara de pestañas ya estarás lista.
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