Las colecciones otoño-invierno de los más destacados creadores argentinos continúan desfilando por las pasarelas porteñas. Aquí, una recorrida por propuestas, estilos e ítems de la temporada.
LAURA VALENZUELA.
Amor al arte. El arte subió una vez más a la pasarela de la mano de la diseñadora Laura Valenzuela. En su desfile en Buenos Aires Runway, en el Centro Metropolitano de Diseño, exhibió alta costura con detalles preciosistas, inspirados en el collage de texturas y técnicas de fotomontaje. Prendas de lujo que parecen gastadas proponen un juego irónico sobre la tradicional estirpe de los trajes de gala. Encajes, seda y transparencias de gasa, algunos de los conceptos que decidió retratar la autora de esta colección emotiva y muy glam.
MARIANA DAPPIANO.
La evolución. La diseñadora aprovechó algunos dibujos de su hija de dos años para recrear una atmósfera estilística cuyo eje fue paradójicamente “la madurez de la creación”. Lanas estampadas, combinando largos y cortos, en una mezcla serena y muy bien lograda. Su fuerte: el estilo urbano. La figura holgada de Dappiano resultó ser una vez más la línea que acompañó toda la pasada, tanto en pantalones como en faldas y vestidos. Las chaquetas abiertas, un ítem obligado.
MARCELO SENRA.
El color al poder. Étnico, autóctono y terrenal. Una mezcla perfecta para una propuesta de Senra en la que el color es protagonista a través de toques que convierten lo minimalista en ornamental. Faldas tubo y suéteres de lana de colores oscuros y vestidos que ofrecen texturas y gamas variadas, constituyen el lienzo sobre el que los accesorios (gorros, bolsos, bufandas, collares) dibujan el estilo claro y contundente del diseñador. El maquillaje acompaña la propuesta a través de tonos dorados y bronces.
MIN AGOSTINI.
La arquitectura del diseño. Urbana y glam, la apuesta combinó volumen y figuras quebradas, conformando un encuentro entre cortes rectos y cruzados. La construcción de los diseños demostró la influencia que la profesiòn de arquitecta ejerce en Min Agostini. Faldas a la rodilla, chaquetas cortas y largas, de terminaciones irregulares, recreando obras pictóricas del siglo XVIII, fueron inspiradoras de la colección. Los cuellos rectos destacaron y acompañaron el dibujo de la espalda, mientras que los pliegues brindan amplitud.
MARIANO TOLEDO.
Geometría bicolor. El diseñador cerró Buenos Aires Runway de acuerdo a los principios de su estilo vanguardista, con la paleta enfocada en la amplia gama de los grises y en el negro, su color predilecto. La mirada de Toledo estuvo puesta en una geometría sin pretensiones: rectas, rectángulos y caídas triangulares que se tradujeron en vestidos, pantalones, suéteres y abrigos largos. Destacaron los toques masculinos para resaltar una feminidad con personalidad, combinando faldas cortas con corbata y pantalones con transparencias.
DANIELA SARTORI
Un gran debut. Fusionando la sastrería tradicional con una propuesta súper moderna, la diseñadora encontró una conjunción de detalles clásicos y novedosos, vertidos en prendas de tonos neutros repletas de pliegues voluminosos. En su colección, Sartori encontró el equilibrio en una propuesta que incluye modelos para mujer y hombre. Moda de ciudad que se permite un delicado guiño apto para cóctel y noche se vio en trajes con cierto aire hindú, aunque aggiornados con detalles típicamente argentinos.
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