El diseñador Jean-Charles de Castelbajac ofreció un show de moda fiel a su estilo: rompió las reglas de la moda y combinó –como sólo él sabe– diseño, buen humor, originalidad y locura en partes iguales.El 8 de marzo a las 12.30, en el salón Pavillon Concorde del Carrousel del Louvre, el tout París se rindió ante la colección que ofreció uno de los favoritos de la vieja guardia de la moda francesa. Jean- Charles de Castelbajac presentó su desfile inspiradoen la obra de Man Ray, el artista estadounidense impulsor de los movimientos dadaísta y surrealista de los años ‘20. El escenario sólo necesitó de un gran cartel luminoso que decía “Woman / Ray” (Mujer / Ray), en alusión al nombre del artista, dos disc-jockeys en vivo y dos pares de ojos gigantes como jueces de lo que estaba ocurriendo.
astelbajac, considerado el Rey del Pop de la moda parisina, diseña para mujeres que se atreven a todo, que no dudan y se arriesgan a llevar, por ejemplo, un vestido strapless con un esqueleto sobredimensionado en el frente, en alusión a las radiografías de Ray.
También usó la obra Glass Tears, el ojo con lágrimas de vidrio, como parte del estampado de un vestido largo al bies, o como tocado de otro con un solo hombro con caras estampadas.. Unas manos negras al cuello no son otra cosa que un broche parael pelo o el corpiño de un equipo con pollera tubo, y los chambergos tienen una calavera tallada en el fieltro de la copa.
El arte de Man Ray aparece a lo largo de la colección y como hilo conductor de una moda que roza lo macabro y lo fantástico por partes iguales. El terror avanza como un viaje en el tren fantasma de un parque de diversiones, con imágenes que se repiten y multiplican en todo tipo de prendas: los pantalones son anchos y cubren las botinetas; los vestidos suben y bajan el ruedo, tienen forma de camiseta, de chemisier corto o delinean la silueta hasta el piso.
Las texturas van del paño de lana ribeteado, hasta el terciopelo, pasando por las micro paillettes, el cuero y la seda.
Jean-Charles de Castelbajac es un aristócrata nacido en Casablanca, Marruecos, en 1929, que fundó con su esposa su propia maison en 1978. Junto a Sonia Rykiel, Kenzo Takada, Chantal Thomas, Jean-Louis Scherrer y otros, forma parte de una camada de diseñadores que en los ‘80 promovieron y dieron vida a un nuevoestilo en la moda francesa. Sus creaciones destilan originalidad por la utilización de colores vibrantes, materiales inusuales como trapos de cocina, muñecos de peluche, plásticos y también fibras y tejidos ecológicos en originales y divertidos diseños. La última tentación del diseñador fue debutar como director de escena en el musical “Ceremony”, en la Maison des Arts de Créteil, en París.
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