Por Natalia Pecoraro
npecoraro@lanacion.com.ar
@natipecoraro
Entrar en el laboratorio de Maybelline NY en Nueva Jersey es como ingresar en un mundo mezcla de Dr. House y CSI. Guardapolvos blancos, guantes de látex, anteojos de seguridad, barbijos, gorras, zonas restringidas... Científicos en busca de nuevas fórmulas para hacer sombras, labiales, máscaras de pestañas, bases.
El desarrollo de nuevos productos involucra a químicos, bioquímicos, biólogos, ingenieros, médicos. Y mucha creatividad. Uno de los últimos lanzamientos de la firma, la sombra verde, nació de unos zapatos que Lanvin diseñó para H & M.
Para lograr la intensidad de ese color, mezclaron pigmentos una y otra vez en ¡una licuadora!
Orrea Light, vicepresidenta del área de Desarrollo, a cargo de tonos, looks y tendencias de Maybelline , sintetizó el día a día en el laboratorio: "Nuestro trabajo es un balance entre ciencia y arte. Cada nueva temporada es un gran desafío, una búsqueda de tendencias. Personalmente, lo que más me inspira es caminar por las calles de Nueva York". ¡Quién pudiera!
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