Sin embargo, son pocas las mujeres que saben qué color de corrector le va mejor con su tono de piel, lo cual ocasiona que compren uno que en lugar de favorecerlas, ¡les acentúa más el cansancio!
Si tú andas un poco perdida respecto a qué tono elegir, te tenemos preparada una mini guía basada en las recomendaciones de Rosie Watson y su libro Maquillaje para que elijas el que más te convenga:
Verde
El corrector de este tono cubre el enrojecimiento, pero es mejor aplicarlo en áreas pequeñas con color intenso más que en áreas amplias. Así que si quieres cubrir un granito, no dudes en aplicarlo antes de tu base.
Azul
Este tono suaviza y aclara las áreas más grandes de las mejillas y la barbilla. Utiliza sólo un poco, porque en exceso puede deformarte el rostro.
Blancos
Aclaran e iluminan las pieles de tono amarillento y que no tienen un color homogéneo. Se utilizan debajo de las bases para suavizar las ojeras, pero sobre todo para dar un efecto de amplitud en los ojos. Utilízalos en el borde del lagrimal.
Morado
Contrasta con los tipos de pieles amarillentas, añadiendo brillo y resplandor a estos colores de piel. Aplícala debajo del maquillaje para igualar las manchas de pigmentación difíciles.
Cinco reglas de oro
Corrige con corrector las áreas que tienes que cubrir, y después pon la base de maquillaje en la cara. Utiliza corrector bajo los ojos, en torno a las fosas nasales y en la barbilla.
Ten cuidado en cómo aplicas tu corrector porque una ojera mal cubierta, ¡se ve más que si no le hicieras nada!
Las esponjas de maquillaje tienen distintas formas y tamaños, pero la clásica en triangulito te permite llegar a áreas que otras formas no te dejarían.
Un pincel fino con punta redonda es excelente para cubrir las impurezas con precisión, si te lo aplicas con la punta de los dedos.
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